«Con Madre Coraje hemos aprendido nuestros derechos y deberes»
JEREZ.Actualizado:En Paucará, región de Huancavelica, Fortunata Carbajal cultivaba papa y cebada mientras cuidaba de sus cinco hijos. Ayer, Fortunata estuvo en la sede de Madre Coraje, regalando pequeños calcetines de lana a modo de llaveros y coloridas bufandas artesanas a los presentes en el acto de conmemoración de Madre Coraje por sus primeros 100 proyectos de cooperación con Latinoamérica.
«Jamás había podido imaginar que podía llegar aquí», dijo esta madre de familia que hoy es la presidenta de la Asociación de Mujeres Campesinas de su comunidad. «Muchas mujeres trabajamos en proyectos gracias a la ayuda de Madre Coraje. Hemos aprendido nuestros derechos y deberes y estamos luchando por librarnos del machismo de los hombres», continuó.
«Antes no se nos permitía opinar ni ser libres, los varones no querían que saliéramos de casa. Ahora nos expresamos y participamos en reuniones», aseguró convencida. Su asociación está formada «por un grupo de señoras que ya no queríamos seguir en casa sino hacer algo por los demás. Lo que más me ha dolido siempre es que las mujeres sean maltratadas», explicó.
Karina Bueno, de la región de Apurimac, corroboró las palabras de su paisana: «La situación de las mujeres en la zona es crítica. La mitad de ellas sufre violencia familiar y un método para solucionarlo es hacerlas conscientes», aseguró.
La reafirmación de la personalidad de las féminas no ha tenido una buena respuesta entre los hombres: «Hemos tenido cantidad de divorcios», confirmó Karina. «Las mujeres peruanas más jóvenes están más dispuestas, ya no se dejan dominar y son más reivindicativas. Tenemos que seguir por este camino», indicó.