El PP no se despega

El Partido Popular ganaría hoy las elecciones generales sólo con un 39,5% de los votos frente al 38% del PSOE, según los resultados del Barómetro del primer trimestre del año publicados ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que apunta, sin embargo, una recuperación de los socialistas que recortan 2,3 puntos al partido de Rajoy. Pese a la grave situación de crisis económica el principal partido de la oposición no logra erigirse como una clara alternativa al partido en el poder y, por el contrario, encuentra un considerable rechazo en un segmento de los electores que le perciben como una organización afectada por divisiones internas y casos de corrupción. El PSOE es el único partido, junto al PNV, que mejora sus expectativas en las urnas aunque los españoles desaprueban la gestión de la crisis por el Gobierno y el presidente Rodriguez Zapatero obtiene su peor nota de valoración desde que llegó a la Moncloa. Pero la recuperación de casi dos puntos de intención de voto indica que no sólo la oposición no capitaliza el adverso clima de crisis y paro sino que los socialistas disponen de un sólido colchón electoral. Tampoco el jefe de la oposición Mariano Rajoy puede minusvalorar el hecho de que los votantes le evalúen con un 3,01 en la estimación de líderes, su peor nota en los tres últimos años. En medio de un suspenso generalizado de toda la clase política y especialmente de los ministros del Gobierno, paradójicamente el nacionalista Duran Lleida se convierte en el político más valorado, gracias a sus apelaciones a los pactos para enfrentar la crisis. Los indicadores del CIS de este trimestre constituyen un serio aviso para el conjunto de la clase política pero especialmente para el Partido Popular que no acaba de encontrar el tono y el músculo necesario para convertir su legítima tarea de oposición en un proyecto constructivo que no sea valorado negativamente por casi el 60% de los electores. Con las limitaciones de una consulta demoscópica parece evidente que los partidos políticos en su conjunto deben extraer del actual sondeo un mensaje de los ciudadanos para que aparquen sus querellas e intereses puramente electoralistas y se centren en sumar fuerzas en beneficio del interés general.