'Fuego amigo'
No existe peor pesadilla que ignorar el origen de la embestida
Actualizado:José Bono ha ido contando por ahí que hace años el hermano de un famoso director de periódico ( 'el auténtico') le ofreció por cinco millones de aquellas pesetas cuidar de manera impecable su imagen en la capital del reino. Entrevistas solícitas y azucaradas, pies de foto aduladores, páginas impares a medida y otros truquillos impagables (es un decir) para una personalidad que vive de la imagen y no digamos si vive también de la política. Entonces rechazó la oferta. Con la picardía manchega que exhibe cuando sonríe y le brillan los ojillos de labrador ilustrado que va pánfilo, razonaba que cuando dejas de pagar la tarifa el tratamiento de la imagen se invierte de sentido. Ahora quizás se dejaría cortar un brazo a cambio de un paraguas mediático con que poner a cubierto la fama y la honra de su patrimonio, vapuleados de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.
En las últimas semanas el antiguo barón socialista, presidente de Castilla-La Mancha, consuegro de Raphael, empresario hípico, temido y envidiado, político nato, no da abasto moviendo sus influencias, comiendo con jefes y redactores, vicesecretarios generales, amigos y adversarios para levantar un cortafuegos que controle el incendio que amenaza su carrera. Con la poderosa capacidad de persuasión que estuvo a punto de alzarle hasta la cúpula del PSOE pese a sus orígenes híbridos del PSE de Tierno Galván, Bono explica a sus interlocutores la suerte de su esposa, mimada por los joyeros catalanes de la marca Tous, la suerte del negocio de la hípica Almenara, que en tres años ha arrojado unos jugosos beneficios de un millón de euros gracias a la brillante gestión de su hijo, apoderado de la sociedad Attack-84, que explota el negocio; y relativiza la propiedad de pisos y áticos en afortunados canjes de la época de la burbuja. Días después, todo parecía más o menos controlado y aislado el problema en territorio de la 'derechona multimedia' al servicio de intereses políticos que se afanarían en echar humo sobre el 'caso Correa-Gürtel'. Hasta que la prensa más gubernamental, afín a los visitantes de la Moncloa, entró en agujas y puso el tren de la investigación del patrimonio de la familia Bono-Mosquera a reventar calderas.
El presidente del Congreso, tercera autoridad del Estado, tuvo que almorzar de urgencia con el vicesecretario general del partido para intentar frenar el 'fuego amigo'. No existe peor pesadilla que ignorar el origen de la embestida. Ni peor desasosiego que sospechar de tus propias filas. ¿Alguien desea neutralizar al permanente aspirante a levantar la mano cuando las dudas del partido mueven la silla de Zapatero indicándole que tiene el techo de cristal? Una declaración de don José anunciando su renuncia a la carrera de la presidencia y su regreso a la apacible Toledo quizás podría calmar a la derecha que le teme y a la izquierda que no lo quiere.