Un gran 'plató' televisivo a las puertas del Clínico

Las puertas del Hospital Clínico de Barcelona, un día después de que el Rey se sometiera a una intervención quirúrgica en la que le extirparon un tumor benigno en el pulmón, eran ayer un hervidero de gente que, como si de un festival de cine se tratara, hacía guardia para poder ver e incluso saludar a algún miembro de la Familia Real.

No hay alfombra roja, aunque sí una zona vallada, flanqueada por una nube de periodistas y cámaras, algunos subidos a escaleras, que han convertido la entrada principal del hospital en una especie de gran plató en directo en el que los personajes entran y salen y, a veces, hacen alguna declaración.

Además de decenas de informadores, desde primera hora del día varios centenares de personas, curiosos y fans de la Casa Real que esperaron con paciencia la llegada de rostros conocidos se arremolinaban en el lugar. Estaban expectantes porque por fin iban a poder contemplar en directo a aquellas personalidades que sólo ven en las revistas del corazón o en los programas de televisión.

Como ya es habitual, la princesa Letizia fue la que acaparó más miradas de la gente. Nada más bajarse del coche, junto al príncipe Felipe, fue recibida con un sonoro aplauso.

«Letizia es más guapa al natural», expresó una mujer. «Guapa», le piropeó otra. «Vivan los Príncipes», gritaron en catalán varias mujeres. «He venido a cotillear, porque el Rey está aquí. No he visto al Rey, pero sí a la Reina y a la infanta y le he dado la mano a Zapatero», dijo una emocionada mujer de mediana edad.

También hubo quien hizo guardia animado por un fuerte sentido institucional, más que movido por la oportunidad de palpar una realidad a menudo distante. «Soy muy monárquico, los Reyes son un ejemplo para la nación y he venido a darles mi apoyo», señaló otro hombre.

Menos entusiasmo despiertan los políticos. Ni Zapatero ni Montilla disfrutaron de tanto alborozo.