Obras en el Museo Balenciaga, en el País Vasco, que verá la luz en la primavera de 2011. :: la voz
Sociedad

A un paso del futuro

El edificio del museo está casi acabado, la fundación acogerá a las instituciones y sólo falta un plan de viabilidad para que el centro eche a andar

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Es hora de pasar página y de preparar de la mejor manera la inauguración del museo Balenciaga en la primavera de 2011. Esto es lo que piensan las tres instituciones -el Gobierno vasco, la Diputación de Guipúzcoa y el Ministerio de Cultura- que han salvado los muebles de una institución a la deriva y con un pasado inmediato de comisiones parlamentarias y de juzgados de guardia.

De hecho, los involucrados en el caso Balenciaga aguardan a que acabe la lenta instrucción de la causa en el juzgado número 1 de Azpeitia, un sumario que ha ido pasando de mano en mano según se sucedían los jueces al cargo. El que peor lo tiene es el ex gerente del proyecto y ex alcalde de Getaria, Mariano Camio, acusado de delitos continuados de administración desleal, apropiación indebida, falsedad de documento mercantil y malversación de fondos públicos. El cubano Julián Argilagos, con quien Camio mantuvo una relación sentimental, está en paradero desconocido y acusado de administración desleal e intrusismo profesional, ya que actuó como arquitecto sin tener un título reconocido en España. A este último cargo también se enfrenta Rolando Paciel, asimismo cubano y residente en Bilbao.

Operación de limpieza

El Tribunal Vasco de Cuentas Públicas aprobó el pasado marzo por unanimidad el informe de fiscalización de los años 2005, 2006 y 2007 de la Sociedad Berroeta Aldamar, encargada de la construcción del museo. Sin novedades de alcance, el documento critica que la sociedad asumiera los contratos y cargas contraídos por Camio sin analizarlos en profundidad, algo por lo que ya entonó el 'mea culpa' la ex consejera Miren Azkarate en la comisión parlamentaria.

El entendimiento entre las tres instituciones garantiza un futuro despejado. De hecho, el ministerio ha vuelto a asignar tres millones de euros en su presupuesto de 2010 que salvan la situación financiera de la fundación . «Si vas ahora a Getaria verás el edificio y la urbanización prácticamente terminados. También está casi acabado el proyecto museológico, la manera de distribuir y exponer los vestidos y otras piezas, y falta de momento la producción de los soportes explicativos, de lo que se encargará el ministerio», resume la diputada de Cultura de Guipúzcoa, María Jesús Aranburu.

Tanto ella como el viceconsejero de Cultura, Antonio Rivera, coinciden en que el siguiente paso consiste en adecuar los estatutos de la fundación para que puedan tener cabida en ella tanto la Diputación guipuzcoana como el Gobierno vasco. «Todavía Mariano Camio aparece como patrono, así que hay que limpiar la fundación y registrar unos nuevos estatutos, en lo que ya estamos trabajando. Seguramente antes del verano ya estará el asunto muy claro», aventura Rivera.

El viceconsejero explica que el peso de la fundación lo tendrán las tres instituciones que sufragarán los gastos operativos del museo. «También queremos mantener a patronos como Hubert de Givenchy, que tiene muchas cosas que aportarnos, vestidos de Balenciaga y también sus conocimientos sobre el modisto», añade Aranburu.

El próximo reto consistirá en trazar el plan de viabilidad que determinará cuánto tendrá que poner cada institución anualmente para el funcionamiento del museo. «No será una atracción masiva. Contará más la calidad que la cantidad. Está previsto que, además del museo, haya un espacio de formación relacionado con la alta costura y un centro de investigación sobre la importancia de Balenciaga», detalla Rivera.