Mucho para pocos
Actualizado: GuardarLos autores no cobran un sueldo de la SGAE a fin de mes. Sus derechos devengan en el tiempo y dependen del éxito de sus obras en el mercado, lo que explica las desiguales liquidaciones que las entidades de gestión realizan a sus afiliados. De hecho, la parte del león va a parar a los bolsillos de un exclusivo círculo de autores populares o con audiencia consolidada. Una élite que encabezan los herederos de Joaquín Rodrigo, compositor del inmortal 'Concierto de Aranjuez'. Según datos oficiales, apenas el 6% de los autores se repartió en 2007 el 75% de los fondos recaudados por las entidades de gestión. Mas de 223 millones para poco mas de 600 autores, en el caso de la SGAE. De hecho, apenas el 5% de sus socios perciben derechos por encima del salario mínimo.
«Siempre tienes dudas de cómo te calculan las liquidaciones», apunta Alejandro Méndez, guitarrista de los granadinos Lori Meyers. Y es que la SGAE distribuye los derechos entre sus asociados en virtud de una fórmula cuyos entresijos no revela, pero cuyo montante principal (en torno al 80%) responde a un reparto 'universal' en función de las llamadas 'hojas de programas', que los intérpretes rellenan tras cada una de sus actuaciones. Lo que la sociedad cobra en cada recital (en torno al 10% de la taquilla) se distribuye entre las obras declaradas. Para radios y televisiones se contrastan los sistemas de grabación de la entidad con lo que declaran las emisoras. En torno a un 15% del reparto de derechos surge de los sondeos realizados en bares, comercios... y el 5% restante se obtiene por un cálculo de las obras más utilizadas. Los derechos generan ingresos durante la vida de sus autores y en los 70 años posteriores a su muerte, que revierten a sus herederos. Después, las obras pasan a ser de dominio público y pueden ser usadas libremente.