VUELTA A LA NORMALIDAD
Actualizado:La Feria da hoy sus últimos coletazos. Han sido muchos días -demasiados, quizá, para un cuerpo que no está acostumbrado a los excesos- y hay que reconocer que, exceptuando unas mínimas cuestiones, el éxito es incuestionable, organización incluida. No se han producido demasiados incidentes importantes, el Real ha estado animado todos los días, la oferta de actividades ha sido variada... Lástima de los problemas con el albero que a más de uno ha hecho pasarlo realmente mal.
Ahora, seguramente tras unos días -no sé si muchos- para pasar la resaca, la actividad política volverá a bullir. Y pueden producirse sorpresas. Al tiempo. Más de uno está esperando a que llegue el momento para sacar sus zarpas a relucir. 'Sorpresa' podría considerarse, por ejemplo, que la denuncia de Pacheco contra la alcaldesa por la contratación de los asesores municipales acabe derivando en imputación. Es decir, que se la considere imputada en el delito en cuestión. Ahora es querellada, que suena bastante menos fuerte. ¿Qué harán las altas instancias del partido entonces? Cualquiera sabe, aunque, como decía antes, hay quien aguarda con el cuchillo bien afilado para actuar.
Las especulaciones sobre los resultados que arrojan algunas encuestas sobre intención de voto en Jerez también están al orden del día. Se habla de una en la que se le da mayoría al PP. Sorprendente cuanto menos, por mucho que se diga que el PSOE está perdiendo apoyos a gran velocidad y que los populares están sumando buena parte de los hipotéticos votos de los ciudadanos descontentos, que, dicho sea de paso, parece que no son pocos. Una fuente supuestamente bien informada afirma que el PSOE maneja unas previsiones en las que el partido tampoco saldría precisamente bien parado en la ciudad, pero que intenta maquillarlo con otra encuesta que pudiese arrojar unos datos menos negativos. Quién sabe. En política, hoy en día casi cualquier cosa es posible.
La cuestión es que la posible imputación y unos resultados negativos en las encuestas podrían conformar un cocktail explosivo, o al menos el detonante de una revolución en el PSOE, cambio de cabeza de lista incluido. Dicho esto, también hay que apuntar que, aún existiendo esa posibilidad condicionada a lo anteriormente expuesto, se antoja muy, muy complicada. La formación socialistas no es partidaria de cambiar cuando tiene un alcalde en una ciudad, y más si es una gran ciudad que, encima, puede resultar determinante para otros objetivos políticos de importancia.
Ah, y habrá que ver qué pasa también con cuestiones que se habían instalado ya en el día a día jerezano: los problemas económicos del Ayuntamiento, el plan de viabilidad municipal, las protestas, las manifestaciones, los conflictos laborales, los retrasos en lo pagos de las nóminas del Ayuntamiento... La vuelta a la realidad, en definitiva.