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EL GOLPECITO

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FINITO HONTORIAActualizado:

L a poli anda encelada, en plena huelga de celo, y algunos personajes conocidos de la farándula jerezana ya han podido comprobar en sus propias carnes el rigor de la justicia. Me cuenta el primo Esteban, noctámbulo confeso, que el viernes por la noche, en las inmediaciones del Carrefour, un conocidísimo empresario jerezano, habitual de los papeles, tuvo un pequeño percance que paso, encantado, a relatarles. Intentaba el buen señor desatascar su coche atascado en la acera, cuando se llevó por delante un retrovisor ajeno. Patrullaba cerca una patrulla y el agente de marras, muy educadamente, le pidió que se bajara del vehículo y le enseñara la documentación, pero el tipo se negó aduciendo que no era culpa suya que todos los canis del mundo aparcaran donde les daba la gana. Entre dimes y diretes, tiró el empresario por una variante de esa expresión tan socorrida y normalmente tan improductiva de «Usted no sabe quién soy yo», a lo que el agente le respondió con un lacónico «Ni falta que hace». El resultado final de la contienda fue fruto del diálogo aplicado: al tipo le pidieron un taxi, porque no llegó a sobrepasar el límite permitido, pero casi casi, y los policías se llevaron de regalo un par de pases para cierto local muy de moda entre los jóvenes y no tan jóvenes. Aquí paz y después fiesta.

No tuvo tanta suerte un cargo ejecutivo de la Asociación de la Prensa local, que se topó con la pegatinita de la grúa después de aparcar el coche a la buena de Dios para correr a una rueda a la que llegaba tarde. «El morrito estaba un poco afuera, pero no era para tanto, joder», se quejaba la afectada a todo el que quisiera oírle. 150 euros. Tal y como está la cosa.

El más listo de todos es Jesulín. Además de por los toros, en esta Feria se le ha visto por la caseta de algún colega de profesión. Al caer la noche, coge despacito la esquina de Sementales, la cruza entera entre Jacaranda y El Altillo, y llega a Hipercor a patita, como debe ser, con Marijose y los niños, como cualquier hijo de vecino. La feria tiene para él también sus ventajas. Por lo pronto, no hay teles.