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El capitán Carles Puyol celebra la victoria en Sevilla en el momento en el que Undiano Mallenco pitó el final; tres puntos que dejan el título de Liga al alcance de la mano. :: AFP
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El Barcelona acaricia el campeonato

Se colocó con un 0-3 a favor ante un Sevilla con diez futbolistas, pero dos errores se transformaron en un 2-3 a falta de 20 minutos Se impuso en el Sánchez Pizjuán con una exhibición sólo empañada por el sufrimiento final

P. RÍOS
SEVILLA.Actualizado:

El Barça acaricia el título de Liga tras su victoria en Sevilla, que no se vio acompañada por el pinchazo del Madrid ante el Athletic en el Bernabéu. El equipo azulgrana dio una lección de fútbol en el día más necesario y se colocó 0-3 en el marcador ante un equipo andaluz que se quedó con diez en el 55 por la roja a Konko, pero Palop y tres minutos de desconexión metieron al Sevilla en el partido con los goles de Kanouté y Luis Fabiano.

Al final se hizo justicia y el Barça, con 96 puntos, ganará el título si supera al Valladolid en el Camp Nou. Eso sí, será sin organizador porque Iniesta, lesionado, y Xavi, sancionado porque vio la quinta amarilla, se lo perderán. La primera parte del Barça fue sublime, una exhibición de todas las virtudes de un equipo campeón. Solidaridad para jugar el balón y para robárselo al Sevilla, que no lo vio durante cerca de los primeros 40 minutos.

Control absoluto del ritmo de la mano de un Xavi magistral pese esa rotura de tres centímetros en un gemelo con la que juega desde hace dos semanas. Y pegada para colocarse pronto por delante en el marcador gracias a Messi, genial a la media vuelta tras un buen pase de Maxwell, y Bojan, rápido en el desmarque y en la ejecución tras una asistencia maravillosa de Xavi al primer toque. Y suerte para el Sevilla que Messi falló el 0-3 a bocajarro. El conjunto andaluz, un juguete en manos del Barça en ese periodo, sólo dio señales de vida en el minuto 40 en un media vuelta de Luis Fabiano que Valdés desvió con reflejos felinos.

La segunda parte llevó la inercia de la primera, con un Barça absolutamente dominador y más superior todavía cuando Konko vio una absurda segunda tarjeta amarilla en el minuto 55 por agarrar a Bojan. A partir de entonces las ocasiones se sucedieron, dando paso al clásico 'momento Palop' ante el Barça, como en la Copa. El guardameta parecía tener un imán en dos remates en el área pequeña de Messi y Bojan, el argentino lanzó otro fuera en buena posición...

El Sevilla resucita

La sentencia se retrasaba y todo indicaba que había llegado cuando Pedro acertó por fin desde fuera del área. Pero el fútbol es sorprendente. El Sevilla, que estaba muerto, resucitó en dos acciones aisladas. En la primera Kanouté aprovechó una indecisión de Puyol para batir a Valdés. Y en la segunda el Barça se durmió en una falta que sacó rápido Zokora y que Luis Fabiano resolvió con suspense. Dos goles en 180 segundos y veinte minutos de nervios hasta el final. Los de Guardiola reaccionaron llegando más veces ante Palop, definitivamente descomunal para evitar el gol de Bojan, que falló dos ocasiones clarísimas para matar el encuentro.

Pero el Sevilla no tuvo más oportunidades, aunque colgó algún balón con peligro en el tiempo de descuento. Quién lo iba a decir para lo visto en el campo: el Barça acabó perdiendo tiempo y pidiendo la hora, lanzando balones a la grada por vez primera en dos años. Valía la pena el sacrilegio: la Liga estaba en juego.

Después de soltar la tensión propia del partido, Guardiola pasó por rueda de prensa y cumplió con su papel de moderador de euforias. «El equipo no se ve campeón. De eso me encargo yo». Fueron sus palabras más contundentes. «Hemos dado un paso importante, pero queda mucho por sudar y correr».

Lógicamente, el entrenador del Sevilla no estaba contento con el resultado cosechado ante el Barcelona. No obstante, comentó que las ilusiones por entrar en Liga de Campeones siguen intactas. «Cuando no ganas no puedes estar contento, pero seguimos con ilusiones intactas para jugárnoslo todo en Almería».