«No defiendo a las mujeres en mi obra»

Molesta por la etiqueta de escritora de mujeres, relajada por la balsa que supone embolsarse cien millones de las antiguas pesetas, la última ganadora del Planeta presenta hoy la obra premiada, 'Contra el viento'. La historia de Sao, la chica inmigrante que cuida a la hija de la escritora y columnista asturiana.

-Es inevitable, explique si existe una literatura de mujeres.

-Soy mujer, estoy en el mundo con esa condición y evidentemente mi mirada es de mujer, tengo un compromiso fuerte con la igualdad y contra la violencia de género y muchas causas que tienen que ver con lo femenino, pero no tiene nada que ver con la literatura de sexos. Yo me he pasado toda la vida leyendo a hombres, ¿por qué el hecho de que una mujer escriba lo hace sólo para mujeres? La verdad es que si la gente piensa así me ofende. Además yo no he escrito sólo de mujeres, también me he metido en el papel de un hombre, hice una biografía de Verdi...

-Además, sus obras sirven también para reflejar las desigualdades dentro del mismo género.

-Sí claro. Yo en estos meses he dicho muchas veces que las mujeres europeas hemos construido nuestra liberación a costa de otras mujeres, o sea, que no es que defienda el género femenino en su conjunto, sino que prefiero una determinada manera del ser humano y ataco otra determinada mirada del ser humano.

-Cree en la supervivencia de la novela frente a las visiones más apocalípticas. ¿Cómo está tan segura?

-Desde que el ser humano se conforma como tal y descubre el don de la palabra, la narración le llama la atención. Necesitamos los mitos y las explicaciones, a través de las novelas, para entender el mundo. Las novelas o como queramos llamarlo, porque en las culturas no letradas también se narran historias. Eso nunca desaparecerá porque forma parte de nuestra condición de ser humano.

-En el caso de 'Contra el viento', ¿montó en su cabeza inmediatamente las peripecias de Sao?

-Le doy bastante vueltas, voy dejando que crezcan y maduren dentro de mí y cuando ya las noto muy vivas, es cuando me siento a escribir. Para esta novela transcurrieron casi dos años, hasta que supe todo lo que había pasado con Sao, cómo se resolvió su vida, hasta que me senté a contarlo.

-La escribió por belleza, compromiso social o simple desahogo...

-Yo creo que porque me obsesionaba, esa es la razón por la que escribo. El compromiso es importante en mi vida, como persona, como escritora, como articulista, pero como novelista tengo un compromiso con la literatura, ese es el primero. Por muy buena que sea la historia y por muy bueno que sea lo que quieres contar, si no lo haces bien, no vale para nada.

-¿Una novela moralizante?

-Me da un poco de miedo ese adjetivo, no pretendo moralizar. Me parecía que estaba prestando mi voz a gente que no la tiene, les prestamos muy poca atención. Si eso puede hacer que alguien cambie su visión sobre los inmigrantes, pues estupendo. No soy yo nadie para explicar mi moral.

-A lo largo de estos meses, ¿le han dicho que 'Contra el viento' ha servido para cambiar su opinión sobre los inmigrantes?

-Sí, hay algunas personas que me lo han dicho y me satisface. Si además de que funcione, la novela cumple un cometido social, mucho mejor.

-Un premio como el Planeta debe de dar un empujón muy importante, pero también una responsabilidad.

-Soy bastante calmada, no me lo tomo de una manera desaforada, soy consciente de que los premios son muchas veces fruto de la suerte y no tienen que ver necesariamente con la calidad de la obra. En el caso de que me influyan siempre serán para bien, para animarme a seguir escribiendo. No tienen demasiada importancia. Bueno sí, porque te permite vivir tranquila durante una temporada. No es una responsabilidad porque sé que la próxima me puede salir mejor o no.

-¿Qué le dijo Sao cuando lo recibió?

-Sao está muy contenta porque alguien le ha prestado atención y la haya convertido en un referente para los demás. Está muy satisfecha.