Morante da una lección de maestría

El triunfo de la tarde ha sido para Morante de la Puebla durante la lidia del quinto toro al que le ha conseguido arrancar dos orejas, un jabonero noble y bravo de la vacada de Núñez del Cuvillo. El maestro, que vive uno de sus años más dulces, se lució en todos los tercios, dando un recital de toreo de capa, banderilla y muleta. Morante disfrutó y el público también; paseó por la plaza con los pasos medidos, ni uno más ni uno menos.

El público, bastante frío durante gran parte de la corrida, la cuarta y penúltima de la Feria de Jerez, enloqueció con el matador e incluso pidió para él el rabo, que la presidencia finalmente no concedió. Morante tuvo la fortuna de tener delante a un toro bravo y noble, de pelo jabonero y 593 kilos de peso que le asistió con garbo a la verónica.

Finito de Córdoba y El Cid aunque lo intentaron, no encontraron la colaboración adecuada en sus enemigos y no dieron con el ansiado lucimiento.

La de ayer fue una corrida de Núñez de Cuvillo de correcta presentación en la que destacó por su bravura el quinto ejemplar que el dio el triunfo a Morante mientras que el resto tuvo un comportamiento dispar.

Mañana a las 18.30 horas le tocará el turno a los toros de María del Carmen Camacho para Joselín de Ubrique, Manuel Díaz El Cordobés y Fran Rivera Ordóñez, un cartel muy mediático, con diestros más famosos fuera que dentro de la plaza. Será el broche de oro de una feria intensa que mañana llegará a su fin.