Cameron consigue una mayoría insuficiente

Los conservadores británicos obtendrían 307 escaños en la Cámara de los Comunes, que les dejaría con diecinueve diputados menos de los necesarios para tener una mayoría absoluta, según el sondeo a pie de urna realizado por varias televisiones al cierre anoche de los colegios electorales. Los laboristas obtendrían 255 asientos y los liberaldemócratas, 59. La suma de estas dos últimas cifras podría dar una mayoría a un Gobierno de coalición dirigido por Gordon Brown. Pero, si se confirman los resultados, parece más probable que el líder 'tory', David Cameron, forme un Ejecutivo monocolor y rete a los partidos de la oposición a derribarlo, al mismo tiempo que podría contar con apoyos de pequeños grupos, como los unionistas norirlandeses. La impresión en los centros de votación era de una participación más alta que en los comicios de la última década, cuando la abstención se había extendido a capas amplias de la población, en particular entre los jóvenes.

Los líderes votaron en sus circunscripciones y allí esperaron, como los demás candidatos, a que, avanzada la noche y el recuento, fuesen proclamados como diputados en el próximo Parlamento. La de David Cameron, Witney, situada en el condado de Oxfordshire, es una rica comarca rural con industrias de alta tecnología, que incluyen algunas escuderías de Fórmula 1, bellos pueblos que son destinos turísticos y lugares de residencia para 'commuters' que viajan diariamente a Londres a hacer fortuna.

Cameron no tenía una relación personal con esa circunscripción. Un ministro duradero de los gobiernos de Margaret Thatcher, Douglas Hurd, ocupó el escaño, que ha ido a los conservadores desde la creación del distrito electoral. Antes de que llegara el actual líder 'tory' había caído en manos laboristas por un extraño evento.

El diputado que sustituyó al barón Hurd, Shaun Woodward, casado con una heredera de la familia propietaria de la gran cadena de supermercados Sainsbury's, decidió cruzar la barrera divisoria en los Comunes y pasarse al partido del Gobierno. Es, ahora por una circunscripción obrera, el único parlamentario laborista que tiene mayordomo, aunque Geoffrey Robertson, también parlamentario de la misma formación, tiene su residencia en un piso en el hotel de cinco estrellas Grosvenor House, que mira sobre Hyde Park.

Paradoja en Dunfermline

La circunscripción de Gordon Brown es Kirkcaldy, al norte de Edimburgo. Si bien fue desde 1983 a 2005 diputado por un distrito, el de Dunfermline Este, que contenía una paradoja en su nombre: ninguna parte de la ciudad de Dunfermline estaba incluída en la circunscripción, que fue reorganizada en 2005 y fundida con Kirkcaldy.

Brown es así diputado por el lugar en el que creció. Allí está la iglesia en la que su padre era vicario y la escuela primaria a la que acudió. Está por tanto acostumbrado a la lluvia que caía ayer sobre este paraje escocés, mientras los otros líderes ofrecían imágenes de entrada y salida en los colegios electorales con un clima soleado.

Nick Clegg ha sido la estrella de esta campaña por el espectacular aumento de su popularidad y de la intención de voto a su partido tras el primer debate electoral, que ha tenido un efecto muy importante en la factura de la campaña. Pero cuando salió por primera vez elegido por el distrito de Hallam, en el sur de Sheffield, tuvo una ventaja menor que la que había logrado su predecesor liberaldemócrata en 2005. Hallam es la circunscripción más rica de la comarca y ha sido votante del partido de Clegg sólo desde 1997.

En jueves desde 1935

La elección se celebró en jueves porque así se hace desde 1935. La explicación más habitual es que al principio se eligió ese día por la conveniencia de celebrar los comicios en días de mercado pero posteriormente se ha argumentado que el jueves es una fecha conveniente porque da al Ejecutivo entrante la oportunidad de preparar durante el fin de semana 'la apertura de su tienda' en el lunes laborable.

La incertidumbre sobre el resultado que arrojaban los sondeos de campaña había llevado a los altos funcionarios del Gobierno permanente, que no cambian con la entrada de un nuevo partido, a preparar el camino en caso de un Parlamento sin mayorías. La convención constitucional dice que el primer ministro tiene que seguir en su puesto si no hay una mayoría absoluta en la cámara tras el cómputo y que le corresponde la tarea de intentar formar Gobierno.

Los secretarios del gabinete, del primer ministro y de la reina habrían participado en estos días en juegos de rol para entender las sutilezas de sus respectivos papeles en caso de una situación incierta, con el objetivo de proteger la neutralidad de la monarca y del funcionariado. Antes, los altos funcionarios de cada ministerio se reunieron con los partidos aspirantes a gobernar para calibrar sus planes y asesorarles sobre lo que encontrarán en caso de una toma rápida del poder.

Ha ocurrido así cuando no hay incertidumbre. El líder que obtiene una mayoría entra a la mañana siguiente en el número 10 de Downing Street, tras visitar a la reina, que antes ha recibido al primer ministro saliente, que desde palacio es conducido a su residencia privada.