Condenan a 26 años al lituano acusado de un violento robo en Sanlúcar
Mantas D., de 30 años, pertenecía a una banda del Este que llegó a retener a la dueña del chalé y a sus dos hijos durante cuatro horas
CÁDIZ.Actualizado:El grupo de lituanos era expeditivo y extremadamente violento a la hora de asaltar chalés, en los que entraban como si de un grupo paramilitar se tratase. No se molestaban en esperar a que la vivienda estuviese vacía. Al contrario, aprovechaban que los dueños estuviesen dentro, porque así era más fácil encontrar el dinero, a costa de amenazarles a punta de pistola. Mantas D., un robusto treinteañero de origen lituano, era considerado por la policía como el jefe de la banda, y ha sido condenado ahora a 26 años y tres meses por uno de sus últimos asaltos, en un chalé de Sanlúcar.
Sin embargo, aquella noche -el 18 de septiembre de 2007-, el robo no fue precisamente rápido. La banda -formada por Mantas y tres compatriotas- asaltó la casa a las 22.00 horas y salieron a la carrera a la 2.00 horas, cuando la Policía los sorprendió en su interior. Durante aquellas cuatro horas -que debieron parecer eternas- la banda mantuvo secuestrados, amordazados y bajo amenazas de muerte a la dueña de la casa, a sus dos hijos (de 6 y 10 años) y a un vecino que acudió extrañado por el ruido. Al último lo tendieron en el suelo, a los niños los sentaron en la cama de su cuarto y, ante sus ojos, ataron a su madre de pies y manos en una silla giratoria, donde fue interrogada por el paradero de cierto dinero. Si no, les cortaría el cuello. Tras desvalijar la casa, los ladrones encontraron 6.450 euros, pero decidieron esperar al marido. En realidad, Mantas ni siquiera entró en la vivienda. Su misión era esperar en la calle, a bordo de un BMW robado, listo para escapar. Pero el tribunal de la sección tercera de la Audiencia Provincial, considera -tirando de jurisprudencia- que fue igual de partícipe en los delitos que el resto del grupo cometió: de allanamiento, detención ilegal y robo violento con intimidación, con un agravante de disfraz (pues iban encapuchados).
Perseguido por su víctima
Cuando el dueño de la vivienda llegó a su casa, sospechó del BMW por lo que, tras llamar a la Policía, trató de perseguir a Mantas a bordo de su coche en una peligrosa persecución en la que incluso trató de pararlo a golpes. Mantas logró huir abandonando el vehículo y los policías sólo pudieron detener a uno de los ladrones -Zabachidze G., que fue condenado a 25 años en un juicio anterior-. Pero una huellas del supuesto jefe de la banda, hallada en el BMW, permitió su arresto en Málaga. El tribunal ha considerado la huellas y el testimonio del dueño como pruebas fundamentales de su participación en el asalto.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular, representada por el letrado José Álvarez Domínguez, solicitaron por todo ello 29 años y medio de cárcel para Mantas, pero el tribunal ha reducido ligeramente la pena solicitada en cada uno de los delitos. Además de la cárcel, el condenado deberá indemnizar a cada una de sus víctimas con 8.00 euros.