El Real del González Hontoria está de lo más animado desde primeras horas de la tarde y los bailes en los paseos son frecuentes desde el lunes. :: ESTEBAN
Jerez

Un día de Feria entre amigos

La presencia de los enganches y los trajes de gitana en los paseos auguran un gran Día de las Mujeres espectacular; Ayer no hubo caseta en el Real que no tuviera comidas concertadas de empresas y colectivos

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Mercedes de los Santos, Paqui Partida y Teresa Camas se colocaron ayer sus vestidos de flamenca y se trasladaron desde su céntrico barrio a la caseta de la Hermandad del Prendimiento. Otras treinta mujeres se les unieron: dejaron a sus maridos e hijos en casa y se dedicaron un rato a ellas mismas. Y qué mejor sitio que la Feria del Caballo para olvidar el día a día y regar con fino y rebujito las risas con las amistades. «Todos los años venimos un día juntas», dijeron ayer las tres amigas mientras las demás -todas integrantes de la Asociación La Muralla- se interesaban por la entrevista.

Las mujeres tenían ayer perfectamente claro el recorrido ferial que iban a disfrutar: «Primero comemos aquí, en el Prendimiento, y luego vamos a la novillada. Después volvemos a la Feria a cenar y que vengan a recogernos los maridos porque estaremos muy cansadas», dijeron entre risas. Eso sí, la quedada de ayer no les impedirá volver a tomar el Real hoy desde el mediodía porque ellas no se pierden ni un solo Día de las Mujeres.

Como ellas, miles de jerezanos disfrutaron ayer del martes de Feria en las numerosísimas comidas de empresas y colectivos que se dieron cita en el Real el mismo día. De hecho, algunas casetas decidieron dedicar la jornada a las comidas privadas y restringieron la entrada con un cartel que rezaba 'Día del socio'.

El Real presentó un gran ambiente y desde las tres de la tarde los paseos estaban llenos aunque será a partir de mañana cuando en el González Hontoria no quepa un alfiler. Como reza el dicho: más que ayer pero menos que mañana. Además, la climatología acompañó y regaló a los feriantes una jornada soleada pero con la brisa justa para que el calor no hiciera mella en las gitanas ni hiciera sustituir el vino por la cerveza.

Los que también decidieron celebrar una convivencia el martes de Feria fueron los alumnos de 5º curso del Aula Universitaria de Mayores del Campus de Jerez, que se citaron en la caseta de la Asociación de Belenistas. «Somos 65 comensales», dijo ayer Benito Navarrete, que se había encargado de la organización. Ellos van a disfrutar de la Feria como cualquier otro año, al margen de la crisis porque «nuestra ventaja es que los mayores no vamos al paro y tenemos un sueldo fijo, por eso podemos hacer planes». Entorno a la mesa, Benito y su compañero Antonio Mariscal -conocido historiador local- entablaron una curiosa conversación sobre la Feria de su juventud y la de ahora: «Ha perdido su carácter comercial de la compra-venta de ganado. Antes era lo que tenía importancia y las casetas eran accesorias pero hoy es al revés», dijo Mariscal. «Ahora se concibe más como diversión pero para nosotros fue la expresión de nuestras raíces, un sentimiento», continuaron los dos compañeros de clase en un impasse de su almuerzo. «En tu caseta estaban los amigos y la familia y eran las peñas y asociaciones las que trabajaban. Hoy son como restaurantes y bares, con caterings profesionales», añadieron.

Mientras que sus compañeros atendían a los numerosos comensales del Aula de Mayores, Antonio Fernández explicaba la situación que se vive este año detrás de la barra: «Estos dos días han sido para llorar. Esperemos que a medida que avanza la semana vayamos remontando las ventas», aseguró este trabajador que hizo su primera Feria ayudando a su padre cuando tenía 5 años. «Todo el mundo pide tortilla de patatas, pimientos fritos y serranitos. Este año, de momento, es peor que el pasado», aseguró Antonio convencido.

Apagón e incidencias

La noche del lunes los feriantes más acérrimos se encontraron con una desagradable compañía: un apagón. La avería en un nuevo centro de transformación dejó sin luz a las once y media de la noche a 3.000 clientes de Sevillana Endesa, entre ellos, un buen número de casetas. Según la eléctrica, la falta de suministro duró veinte minutos en el recinto ferial mientras que se prolongó durante más de dos horas en algunas zonas de la ciudad. La situación volvió a repetirse ayer por la mañana aunque a una hora que no afectó a los feriantes.

Durante la madrugada del martes la Cruz Roja atendió a 14 personas. Entre ellas había dos casos de intoxicación etílica, seis heridas y contusiones y un percance traumatológico, entre otros. Tres de los asistidos tuvieron que ser trasladados al Hospital de Jerez.

Por último, agentes de la Policía Local volvieron a intervenir la noche del lunes en el recinto ferial ante una utilización ilícita de menores para mendigar. Así, detuvieron a dos personas, identificadas como O. D. y O. M. por pedir dinero con un niño en los brazos.

Precisamente la alcaldesa de la ciudad, Pilar Sánchez, visitó ayer el campamento de la familias itinerantes, instalado en la avenida Chema Rodríguez, para supervisar el desarrollo del programa que activa el Ayuntamiento con motivo de la Feria del Caballo.

Este año se está atendiendo a 60 familias: 25 de Portugal, 20 de España y 15 procedentes de Rumanía. Pilar Sánchez les ha insistido a las familias de la ilegalidad que supone utilizar a los menores o hacerse acompañar por ellos en su trabajo de venta de flores o en la mendicidad. La alcaldesa aprovechó también la visita para conocer las actividades que realizan cada día 45 niños en el módulo socioeducativo instalado por Bienestar Social junto al campamento.

Sánchez, que también visitó ayer el Real de la Feria acompañada por las consejeras de Agricultura, Clara Aguilera, y Bienestar Social, Micaela Navarro, tuvo tiempo además para hacer un reconocimiento público a la labor del recientemente fallecido Pedro Vega, que durante más de diez años estuvo al frente de la caseta municipal de las personas mayores.