'Txeroki' eligió al comando de la T-4 por su capacidad para grandes atentados
MADRID.Actualizado:El comando que formaban los etarras acusados del atentado de la T-4 no era un grupo cualquiera dentro del organigrama de la banda. Su capacidad para 'acciones especiales' debió de llamar la atención de la jefatura de ETA cuando en septiembre de 2006, tres meses antes del bombazo, el propio jefe de los comandos, Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki', cruzó la frontera hasta el monte Auza, en Navarra, para planear la furgoneta-bomba que acabaría con la tregua.
Durante la segunda jornada del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional, el oficial de la Guardia Civil de Guipúzcoa que investigó al comando tras su detención en Mondragón, en enero de 2008, explicó las distintas etapas que quemaron los acusados en la banda hasta convertirse en la «ETA paralela» que ansiaba 'Txeroki': miembros no fichados y sin vínculos con la violencia callejera; «etarras de fin de semana» del pueblo navarro de Lesaka, que comenzaron pasando la frontera a determinadas personas, mientras el resto del día trabajaban como albañiles, ganaderos o trabajadores sociales.
Dirigidos por José Antonio Aranibar, mano derecho de 'Txeroki' y amigo de la infancia de Portu, poco a poco se fueron granjeando la confianza de los jefes. Recibieron el encargo de pasar armas y esconder material explosivo en 'zulos' -se conocen dos movimientos en Valencia y Asturias; éste último coincidió con atentados en Llanes y Ribadasella- hasta que en 2005 pasaron a la acción criminal.
Comenzaron su periplo con atentados en Navarra como las bombas contra las discotecas 'Bordatxo' y 'La Nuba'. Luego llegó la T-4, intentaron atacar Marina d'Or y planearon volar el centro financiero de Madrid. «El salto cualitativo no nos sorprendió. Su 'modus operandi' era del agrado de 'Txeroki», aseguró el oficial. Además, dos guardias civiles rememoraron la captura de los detenidos, por las que un juzgado de San Sebastián ha imputado a 15 agentes por presuntas torturas.