Griñán se dirige al millar de personas que asistió a la presentación del plan educativo. :: J. M. SERRANO
ANDALUCÍA

La Junta diseña un plan para implicar a la sociedad en la mejora educativa

Griñán presenta 80 medidas inspiradas en la Ley de Educación y que deberán acabar con el fracaso escolar y el abandono prematuro

SEVILLA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Nuestro objetivo es que haya más alumnos y que lleguen más lejos». Esta es una de las premisas que el presidente Griñán introdujo ayer tarde en la presentación ante mil personas de la comunidad educativa del Plan Esfuerza, diseñado para implicar a la sociedad en la mejora educativa. La frase de Griñán encierra dos de las razones por las que la Junta ha elaborado este plan: el fracaso escolar y el abandono prematuro de la enseñanza por parte de los jóvenes, situado en torno a un 30%. La iniciativa, articulada con cinco objetivos, llamados desafíos, y 80 medidas, está inspirada en la Ley de Educación aprobada en 2007, como refirió el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica. Griñán reconoció que también bebe de las fuentes del dictamen elaborado por el Parlamento con un centenar de propuestas en el mismo sentido: mejorar la enseñanza en Andalucía ante algunos datos alarmantes.

Todas las medidas que recoge el documento son conocidas y la mayoría están centradas en mejorar el rendimiento escolar. Entre ellas, se encuentra el aumento de plazas en la educación infantil, potenciar el bilingüismo, el seguimiento del alumnado con dificultades o con altas capacidades y reforzar la competencia oral y escrita. El pretexto de la iniciativa, sostuvo Griñán, persigue que la sociedad «ponga el foco de atención en la educación». El presidente hizo un llamamiento a la complicidad de todos: alumnos, profesores y familias.

En su discurso ante profesores, padres de alumnos, representantes de estos y de varios colectivos relacionados con la enseñanza, Griñán reconoció que no se pueden obviar los problemas existentes, aludiendo sobre todo al de la capacidad lectora, cuya deficiencia ha colocado al alumnado andaluz en puestos bochornosos en estudios comparativos europeos.

Inmigrante digital

El presidente se extendió previamente en subrayar el esfuerzo hecho por Andalucía en materia educativa y anotó dos datos: En 1982, cuando arrancó la autonomía, el 15% de la población era analfabeta. El presupuesto de 2010 dedica ocho millones de euros a la educación, habiendo aumentado en la última década un 125%. También hizo notar la entrada del digitalismo y las nuevas tecnologías, confesándose un «inmigrante digital», frente a las generaciones de los niños actuales, que son «nativos» en esta materia. Pero las estadísticas sobre el nivel educativo en Andalucía son tozudas como denunció el dictamen del Parlamento y Griñán sostuvo que debemos «tener una mirada crítica» ante los problemas «para poder resolverse». «No cabe la autocomplacencia», indicó.

Lo cierto, señaló el presidente, es que el abandono temprano es la última consecuencia de los retrasos en el aprendizaje en Primaria, «y sobre todo en Secundaria». Griñán aludió a razones sociales, económicas y culturales para explicar el problema, pero también apeló a corregir «los deficietarios niveles de lectura», como causa importante del fracaso escolar. Griñán, que elogió la labor del profesorado y subrayó que entre las medidas se recogen varias encaminadas a reforzar su papel y autoridad en las aulas, reiteró varias veces durante su discurso en apelar a la responsabilidad de todos para recuperar la confianza en la educación. «El conocimiento es una de las inversiones más productivas», dijo.

Por su parte, el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, destacó que el programa es muy ambicioso, con medidas y objetivos muy concretos para el futuro.