Un grupo de personas camina tranquilamente por Time Square, fuertemente vigilada por la Policía neoyorquina. :: AP
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Nueva York se lanza a la caza del terrorista

Los investigadores no descartan ninguna opción sobre la autoría del atentadoLa Policía busca a un sospechoso captado por un vídeo cerca del coche-bomba que no estalló

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La Policía de Nueva York buscaba ayer a un hombre blanco de unos 40 años que fue captado por el vídeo de un restaurante de Times Square quitándose la camisa junto al fallido coche-bomba. Ninguna autoridad ha apoyado todavía la teoría de que el fundamentalismo islámico se encuentre tras el frustrado atentado y hasta el presidente Barack Obama ha manifestado su disponibilidad de defender al país de amenazas terroristas «tanto internas como externas».

«Tenemos buenas pistas», declaró satisfecho el fiscal general, Erick Holder, que dice estar convencido de que la persona responsable acabará ante los tribunales. El aprendiz de terrorista que no fue capaz de activar el coche-bomba seguramente pase a la historia por una serie de errores en cadena. Para empezar, eligió un rincón de la ciudad en el que sólo la Policía de Nueva York tiene instaladas 82 cámaras de seguridad, sin contar con las de los restaurantes, edificios circundantes y las decenas de miles de turistas que visitan la zona. Ayer los agentes revisaban miles de horas de vídeo e incluso se desplazaron hasta Filadelfia para ver la cinta de un turista que parece haber captado al mismo hombre que buscan.

Otras pruebas les han llevado hasta un desvencijado local de coches de segunda mano de Connecticut, de donde fue sustraída la matrícula del Nissan Pathfinder de color verde oscuro. El presunto terrorista se había tomado la molestia de borrar del salpicadero el número de identificación, pero no del motor, así que su verdadero propietario fue interrogado ayer. Pese a no haber denunciado la desaparición del coche las autoridades no le consideran sospechoso -sólo «persona de interés»- como al hombre del vídeo.

Entre los errores del terrorista se encuentra el de haber elegido para fabricar la bomba un tipo de fertilizante que, a diferencia del que usó Timothy McVeight, no tiene grado explosivo. Los ocho sacos con cerca de 50 kilos estaban conectados con cables al artefacto en el que dos despertadores de aspecto barato pretendían servir de detonadores. «Ese fertilizante no hubiera producido el tipo de devastación de las bombas de nitrato de amonio que en 1995 demolieron el edificio federal de Oklahoma», indicó la Policía.

Aun así, si «hubiera estallado el propano y el gas contenido», se calcula que habrían volado las ventanas de Times Square, el vehículo se habría partido por la mitad y se habría generado «una bola de fuego y metralla que podría haber matado a los peatones cercanos». «Claramente quienquiera que hiciera esto tenía la intención de crear el caos y provocar bajas», declaró el comisario de Policía Ray Kelly.

Aunque la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, se negó ayer a descartar ninguna opción, el congresista republicano Peter King, presidente de la Comisión de Seguridad de la Cámara de Representantes, aseguró que el atentado frustrado no había estado precedido por ningún movimiento de conversaciones que hubiera sido captado por la Inteligencia, lo que a su juicio indica que la autoría no procede del extranjero. El grupo Talibanes Paquistaníes se atribuyó en una web islamista el fallido ataque, pero Kelly se apresuró a advertir de que este grupo goza de una larga trayectoria de falsas autorías. «No tenemos ningún indicio que nos haga conectar esto con Al-Qaida», añadió el alcalde Michael Bloomberg.

Dado que el vehículo había sido aparcado en la misma manzana que las oficinas de Viacom, propietario del canal Comedy Central, algunos apuntaban a una represalia de la organización Revolution Muslim, que en abril puso el grito en el cielo cuando el profeta Mahoma apareció vestido de oso en un episodio de 'South Park'. Casualmente el director de la serie de animación se encontraba en Times Square a la hora de la frustrada explosión, pero aseguró que este incidente «no tiene nada que ver con la producción».