Moncayo da guerra en Jerez
El gaditano acaba sexto tras una gran prueba y se coloca décimo con 13 puntos en la general del Mundial
JEREZ.Actualizado:La prudencia, la templanza, a veces son grandes virtudes en un piloto de motociclismo. La historia de este espectacular deporte ha demostrado que con cabeza, sin asumir grandes riesgos, también se puede llegar muy lejos y conseguir muchas cosas.
Es una manera de entender el pilotaje que parece haber asumido Alberto Moncayo a pesar de que sólo son dos los Grandes Premios en los que ha participado. Ayer en Jerez completó una carrera muy regular, sin sobresaltos, lo que le sirvió para acabar en una brillante sexta posición. Un bagaje que nunca olvidará el gaditano, que llegaba a la cita más importante del motociclismo con ilusión pero también con el escepticismo que le producía su última carrera en este trazado el año pasado, en la que estuvo a punto de perder el título del Campeonato de España de Velocidad por culpa de una caída.
Durante los entrenamientos había mantenido una línea regular que le había servido para cumplir con las expectativas y moverse en la horquilla del octavo y noveno puesto. Desde este lugar de la parrilla salía el gaditano, concentrado en una misión importante: una buena salida, su asignatura pendiente, le iba a poder permitir ganar el terreno suficiente para administrar rentas y estar al final en la lucha por los objetivos marcados.
En esta ocasión su apuesta fue ganadora y en un primer arreón llegó a colocarse sexto. Incluso besó el quinto puesto, el ambicionado 'top five' del que había hablado mucho en el previo, cuando antes del primer giro, Marc Márquez rodó por los suelos por culpa de un fallo en su máquina. El tubo de escape de su Derbi no estaba bien fijado o se rompió después de la salida, lo que provocó que se soltara y cayera al asfalto bajo la rueda trasera, provocando un efecto de palanca que le hizo perder la estabilidad. El que había sido el más rápido durante los entrenos se iba de la carrera con una losa que, no obstante, no le va a impedir llegar a tiempo para el Gran Premio de Francia el próximo 23 de mayo. Al de Cervera tuvieron que recolocarle la clavícula derecha que se le había salido y, además, se fue con una quemadura a la altura de la ingle.
Con el valenciano fuera de juego, fue Efrén Vázquez el que tomó el mando de la carrera y se crearon dos grupos claramente diferenciados, ya que en cabeza se formó un cuarteto que tiraba en la lucha por llevar las riendas y que provocó muchas alternancias. Nico Terol, Pol Espargaró y Tito Rabat animaban una prueba espectacular (siempre pasa en esta cilindrada, que da cabida a todo tipo de sorpresas), con el alemán Sandro Cortese en la cola y siendo muy agresivo y el vigente subcampeón, Bradley Smith, luchando por no perder comba.
Las distancias se fueron haciendo cada vez mayores, pero en un segundo plano se producía una lucha igualmente interesante por asegurarse una buena posición en los puntos. Ahí mandaba Moncayo, que durante las quince primeras vueltas se la estuvo jugando con el japonés Tomoyoshi Koyama, el suizo Randy Krummenacher y el francés Johann Zarco. El gaditano sabía que se estaba peleando con algunas máquinas más potentes que la suya y optó por asegurarse un 'top ten' que tenía al alcance de la mano. No tiró más de lo que sabía que la moto le iba a poder responder, y durante estos giros estuvo moviéndose entre la séptima y la undécima posición.
Un final apoteósico
Esperó su momento y le salió bien la jugada, ya que en los últimos compases la carrera se volvió loca. Cortese, que había estado luchando en cabeza por el podio, tuvo problemas serios de motor y fue perdiendo ritmo y posiciones hasta terminar undécimo. Además, cuando marchaba tercero y con las opciones intactas de hacerse con la victoria, Efrén Vázquez cometió un error garrafal que le hizo irse al suelo en el décimo noveno giro. El bilbaíno del Tuenti Racing intentó levantarse pero le fue imposible seguir y tuvo que retirarse a los talleres.
Eso dejaba el camino todavía más libre a Espargaró y Terol y, sobre todo, permitía a Tito Rabat, al acecho toda la prueba, conseguir el que hasta ahora ha sido el tercer podio de toda su carrera.
Y algo también importante, lo sucedido abría aún más los ojos a un gaditano al que ya todo se le ponía de cara para terminar entre los ocho primeros. Si Moncayo había conseguido cumplir con su asignatura pendiente de hacer una buena salida, todavía le faltaba la de poner a punto la moto para mantener ritmos constantes. Su Aprilia y su ingenio acostumbraban a hacer buenos finales, pero cuando piloto y equipo sean capaces de coger el tacto a los 'settings', algo en lo que se está trabajando, a buen seguro que el mejor 'rookie' de la temporada irá todavía a más.
Eso se vio, al menos, en las últimas vueltas, en las que sabía que ya lo que tenía que hacer era echar el resto. Así fue y, finalmente, pudo pasar a Zarco y Krummenacher para finalizar en la sexta posición, que le permite sumar diez puntos y colocarse en el décimo puesto de la general provisional con un total de 13 puntos. Y algo no menos importante: es el mejor novato de los últimos tiempos.
En el Team Andalucía Cajasol este resultado sabe a victoria, si bien se lamenta la inoportuna caída de Danny Webb, al que embistieron en los compases finales cuando luchaba también por estar entre los diez primeros. El inglés sufría de esta forma el segundo batacazo en todo el fin de semana y el tercero en lo que va de Mundial, pues también fue el primero en besar el asfalto en Losail.
«La moto ha funcionado muy bien y yo sabía que podía pelear contra quien fuese. Hemos estado todo el fin de semana entre los diez primeros que era nuestro objetivo, pero lograr el sexto puesto en la segunda carrera del Mundial es casi un sueño hecho realidad», comentaba Moncayo al finalizar la carrera. El gaditano levantó expectación en el público e incluso centró la atención de la retransmisión de Televisión Española durante buena parte del tiempo. De hecho, disfrutó de su minuto de gloria ante las cámaras, que aprovechó para agradecer el apoyo a sus seguidores y patrocinadores.
Ahora tendrá algo más de dos semanas para asumir este gran resultado y prepararse para el siguiente reto. Le Mans espera con el Mundial incandescente y el gaditano luchará para volver a demostrar que no está de paso en la élite, sino que ha llegado para quedarse.