El Reina Sofía de Poesía reconoce el «carácter elegiaco» de Francisco Brines
MADRID. Actualizado: GuardarEl poeta y académico valenciano Francisco Brines (Oliva, Valencia, 1932) se ha alzado con el XIX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el reconocimiento más importante de nuestras letras dentro de este género literario. Convocado conjuntamente por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca, el galardón está dotado con 42.100 euros. «Toda mi obra gira en torno de un puñado de obsesiones: el paso del tiempo, la fugacidad de los placeres y la belleza, la meditación sobre la muerte», manifestó Brines poco después de conocer el fallo del jurado. «Creo, sin embargo, que mis trabajos no son repetitivos», pues «en cada época de la vida se tiene una mirada diferente». El poeta levantino se ha impuesto por un sólo voto al gaditano Carlos Edmundo de Ory, uno de los nombres que más fuerte han sonado en las últimas convocatorias. El vate valenciano ultima las últimas pinceladas de un conjunto de poemas que próximamente publicará Tusquets.
Luis Antonio de Villena, que formó parte del jurado, destacó las dos vertientes de Brines: el poeta meditativo y elegiaco por un lado, y la persona que «exalta la sensualidad y la plenitud de los placeres efímeros». Jaime Siles habló de la influencia de Cernuda y del «vuelo metafísico» de sus mejores poemas. «El tiempo y la imposibilidad de detenerlo, el lenguaje y la imposibilidad de aprehender la realidad con las palabras, la vida que se desea y esa misma vida que irremediablemente se escapa».
El Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana reconoce «el conjunto de la obra de un autor vivo que por su valor literario constituye una aportación relevante al patrimonio cultural común de Iberoamérica y España».
El flamante ganador pertenece a la llamada Generación del 50, de la que también forman parte José Hierro, Carlos Barral, Gil de Biedma y Claudio Rodríguez, entre otros ilustres nombres.