Anfield dicta sentencia

Han pasado casi cinco lustros desde la última final europea del Atlético de Madrid, cuyo renacer pasa ahora por el mítico Anfield, con la posibilidad para los rojiblancos de eliminar a uno de los más grandes del viejo continente, el Liverpool, y abrir el camino hacia la conquista de dos trofeos en la misma temporada. En mayo de 1986 perdió el Atlético la final de la Recopa, con goleada incluida por parte del Dinamo de Kiev (3-0), y 24 años después se agarra al solitario gol de Forlán en el Calderón para repetir partido de lucha por el título, en este caso en la segunda competición en importancia, la Liga Europa, un torneo que nunca ganó bajo el nombre de Copa de la UEFA.

La ilusión de los rojiblancos, con Agüero recuperado tras perderse la ida por sanción, choca en la vuelta de semifinales contra la historia y la experiencia de los 'reds', que tampoco podrán contar en su estadio con el lesionado Fernando Torres, para remontar e intentar salvar la temporada. Esta competición es lo único que le queda al Liverpool, cinco veces campeón de Europa, para no cerrar el año sin títulos. Al Atlético, sin embargo, ya le espera una final, la de la Copa del Rey frente al Sevilla, quizás el 19 de mayo. Pero ya que ha llegado tan lejos, y con tan buen resultado de la ida (1-0), ve factible, pese a la enorme presión de Anfield y el acoso que ejercerá el equipo inglés de Rafa Benítez, presentarse también en la final europea una semana antes, el 12 de mayo, en Hamburgo.

En un duelo entre dos equipos procedentes de la Liga de Campeones, frente al respeto e incluso temor que inspiran el nombre del Liverpool y de Anfield, el Atlético apelará al orgullo del que desea volver a estar entre la élite europea y a un resultado que le permite ser paciente y afrontar el partido al contraataque. No se olvida el baño que le dio el Liverpool al Real Madrid el pasado año en la 'Champions' (4-0), pero entonces, aquel equipo estaba dirigido en el campo por Xabi Alonso, y Torres, autor del primer gol, se encontraba en plena forma. Ahora, en este Liverpool que en el ataque también tiene más problemas porque Kuyt y Ngog están tocados, a priori, sólo un futbolista da verdadero miedo, Gerrard. En el Atlético, en cambio, la pareja Forlán-Agüero y las alas de Reyes y Simao, abren las posibilidades del equipo de Quique Flores para poder decidir a la contra.