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Piden 11 años por violar a su mujer y abusar de su hija

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Manuel convirtió la vida de su pareja en un auténtico infierno. No llegaron a casarse, pero vivieron juntos durante ocho años en una pedanía de Jerez y llegaron a tener dos hijas en común. Durante ese tiempo, él le pegaba cada día, dándole patadas y puñetazos; le insultaba y la vejaba delante de sus vástagos, hasta dejarla reducida a una esclava del hogar. Le llegó a obligar a consumir cocaína, de la que él era un adicto. Y si alguna vez ella se atrevía a contestarle, la echaba de la casa que compartían, porque era propiedad de sus padres. Un día, le ordenó que se marchara ya que quería sustituirla por otra mujer, de la que decía que se había enamorado y a la que acabó maltratando también. Y como no lo consiguió, la amenazó con matarla, poniéndole un cuchillo en el cuello. Por todo esto, Manuel fue condenado a casi tres años de cárcel en 2007, como autor de una interminable lista de crímenes -violencia física y psicológica, lesiones y amenazas...-. Pero los delitos eran tantos que algunos de ellos quedaron fuera del juicio.

La Fiscalía no se ha dado por vencida al respecto y ha vuelto a acusar, tres años después, a este hombre por algunos de estos crímenes. Concretamente por violar presuntamente a su pareja y por abusar sexualmente de una de sus hijas, que por aquel entonces -en el año 2001- apenas había cumplido los 14 años.

Ayer, Manuel se sentaba en el banquillo de la Audiencia Provincial de Cádiz, acusado de ambos delitos, por los que la fiscal pide una condena de 11 años de cárcel: nueve por la violación y otros dos más, por los abusos. Según relata la Fiscalía en su escrito de acusación, la violación no se limitó a una agresión puntual, sino a un «número no concretado de veces», en las que Manuel obligó supuestamente a su pareja a mantener relaciones sexuales con él a la fuerza: si ella se resistía, el hombre no dudaba en insultarla y zarandearla. También la abofeteaba y le pegaba, «hasta conseguir sus propósitos lúbricos».