Este mercado no tiene arreglo
Los propietarios de los puestos denuncian pérdidas de más del 50%, lo que ha obligado a algunos a cerrar sus negocios; La remodelación de las instalaciones de Federico Mayo lleva tres meses parada
JEREZ. Actualizado: GuardarLos propietarios de los puestos del mercado de Federico Mayo, que atiende a los vecinos de la Zona Sur de Jerez, están indignados. La primera piedra de las nuevas instalaciones ha acabado sepultando sus negocios, causándoles pérdidas de más del 50%. Hace ya tres meses que las obras de reforma deberían haber comenzado para dar paso a «unas instalaciones modernas del siglo XXI», como ha subrayado en más de una ocasión el gobierno municipal.
Nada de ello ha ocurrido, pero todo el perímetro del mercado se encuentra sitiado, obstaculizando el paso de los propios clientes: «Estos creen que está cerrado y no se atreven a entrar», critican los comerciantes, algunos de los cuales aseguran tener hasta un 70% menos de ventas.
Denuncia del PP
Los miembros del PP, capitaneados por la presidenta de la formación, recorrieron ayer las instalaciones para comprobar in situ el estado en que se encuentran. María José García-Pelayo destacó que «las 27.000 personas de la Zona Sur tienen los mismos derechos que el resto de ciudadanos».
La portavoz de los populares hizo hincapié en que se trata de una inversión de 700.000 euros «completamente paralizada», donde por cierto hubo un cambio en la empresa adjudicataria, desde Uniforma Jerez a Verdegaban S.L. Si los trabajos hubieran empezado a tiempo, en el mes de febrero, «estarían terminados en noviembre próximo».
Algo que no parece que vaya a ser posible. Por ello, el PP pidió que «haya medidas compensatorias mientras se desarrollan las obras, como la exención de la tasa que tienen que abonar». En cualquier caso, recordó que lo más importante es reactivar unas instalaciones «con más de 50 años de antigüedad y que atendían a 7.000 usuarios».
El malestar en los comerciantes era ayer evidente. Una de las portavoces de los afectados, Rosario Castro, aseguraba que «la gente no entra porque se cree que esto está cerrado». Por ello, las ventas han bajado: «Hoy en día hacemos 300 ó 400 euros donde antes hacíamos entre 700 y 800». La reforma está contemplada dentro del Plan Urban para 2010, con un plazo de ejecución de nueve meses. Por ello, va a ser prácticamente imposible que se culmine este año.