Un muelle en constante ebullición

A pesar de que ayer fue un día complicado, las plantillas no se doblaron, pero sí estuvieron al completo. Prácticos, amarradores y efectivos de la Policía Portuaria estuvieron a pleno rendimiento desde las primeras horas de la mañana y hasta las cinco y media de la tarde, cuando partió 'Aurora' (1.870 viajeros). Sólo quince minutos antes había tomado la bocana del puerto el buque 'Grand Princess', el mayor de los barcos que visitaron Cádiz ayer y en el que arribaron 2.600 cruceristas. A las cinco en punto partió 'Mein Schiff', que estuvo amarrado en el muelle ciudad desde las siete de la mañana (1.924 pasajeros). Como explicó el práctico, Pelayo Infante, «ningún barco se puede quedar sin atender en Cádiz, aunque para eso tengamos que trabajar los cinco que estamos en plantilla».

Los prácticos son los primeros en ponerse en funcionamiento, ya que embarcan el crucero antes de que arribe a puerto para ofrecer asesoramiento al capitán de barco desde el mismo puente de mando. «Nosotros conocemos a la perfección el canal de entrada, las corrientes, el calado del puerto y los capitanes confían bastante en nuestra experiencia», apuntó Infante. «De todas formas, nosotros no trabajamos más por venir más pasaje. Nuestra labor se desarrolla por número de movimientos, independientemente del volumen de carga», concluyó el práctico.

Igual pasa con los amarradores, que son doce en total en el muelle de la capital, y que si bien no doblaron turnos, sí se aseguraron de que estaban a pleno rendimiento. El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Rafael Barra, especificó que había tres efectivos de Policía Portuaria a pie de barco y cinco «recorriendo continuamente el recinto porturario». Tampoco hizo falta ampliar el número total para atender a los cruceristas y no hubo que lamentar incidentes relacionados con el tráfico de cruceristas. «Sólo tuvimos el caso de un camionero que se cayó de espaldas al montar en su vehículo y se hizo daño. Pero nada relacionado con los turistas», explicó Barra.

La jornada fue intensa pero relativamente corta en el muelle, puesto que el trabajo se concentró desde las siete a las diez de la mañana y desde las cuatro y media a las cinco y media de la tarde. Sólo hubo un par de excepciones. El buque 'National Geographic Explorer' apenas estuvo dos horas amarrado en el puerto. Llegó a las ocho y a las diez ya había partido. Sólo vino a desembarcar a unos cuantos pasajeros que habían partido previamente desde Cádiz para hacer un crucero por el Mediterráneo. La sorpresa del día la dio el portacontenedores de 'MSC', que llegó por la mañana, sin aviso previo, y partió a mediodía.

En total, el puerto de Cádiz dio servicio a cinco cruceros y tres buque de carga.