Los partidos catalanes buscan un frente común para renovar el Constitucional
Intereses electorales dificultan el cierre de una declaración institucional que exija que una nueva corte falle sobre el 'Estatut'
BARCELONA. Actualizado: GuardarLa respuesta «clara y contundente», además de unitaria, que la mayoría de partidos catalanes quiere dar para exigir la renovación del Tribunal Constitucional, que lleva casi cuatro años para dictaminar sobre el recurso del PP contra el 'Estatut', chocó ayer contra las agendas y las estrategias preelectorales de las formaciones. El único punto de acuerdo tras 24 horas de negociaciones es que ha llegado la hora de cambiar la composición de una sala bloqueada, con cuatro magistrados con el mandato cumplido desde hace dos años y otros tres a punto de agotarlo en noviembre, para que sea otra corte quien resuelva el recurso.
Los portavoces parlamentarios de CiU, PSC, ERC e IU-ICV, tras varias reuniones, aplazaron a hoy el cierre de una resolución común en defensa del 'Estatut' que un día después someterán a votación en el pleno del Parlament. La idea que sobrevoló las reuniones es que si hoy no logran forjar el frente común será un fracaso y su credibilidad quedaría tocada.
Tanto el Gobierno tripartito -PSC, ERC e ICV- como CiU están de acuerdo en reafirmar en el texto la plena constitucionalidad del 'Estatut', instar la renovación inmediata del Constitucional y reclamar la reforma de la ley orgánica del tribunal, para impedir la permanencia indefinida de magistrados con el mandato caducado.
La resolución encalló en dos aspectos que CiU considera irrenunciables. El primero, pide que el Parlament reclame al tribunal que se declare incompetente para dictar sentencia sobre el 'Estatut'. Miquel Iceta, portavoz del PSC, lo considera inoportuno. «Es el tribunal quien debe opinar sobre su propia incompetencia y no las Cortes», dijo.
Parlamento
Tanto CiU como el PSC comparten que la resolución que salga de la Cámara catalana debe trasladarse al Parlamento nacional, pero en lo que ya no están de acuerdo es dónde debía votarse la proposición, si en el Congreso o en el Senado.El hecho no es baladí para los socialistas, ya que el PSC dispone en la Cámara Alta de un grupo parlamentario propio, junto con ERC e ICV, y le sería más sencillo desmarcarse del PSOE en una votación sobre este tema. En el Congreso, los 25 diputados del PSC comparten grupo con el PSOE y hasta la fecha no han votado nunca de forma autónoma y diferenciada. La proximidad de las elecciones en Cataluña desaconseja a los socialistas enfrentarse a sus compañeros, circunstancia que tanto CiU como ERC quieren aprovechar para hurgar en la herida de que el PSC es una sucursal del PSOE.
«En el Congreso, el PSC no se atreve a votar diferente que el PSOE», recordó a modo de provocación Josep Antoni Duran Lleida, portavoz de CiU. Los convergentes se presentan como la formación que defiende Cataluña al 100%, sin que para sus iniciativas tenga la necesidad de estar pendiente de socios. Iceta replicó que el objetivo del PSC es «convencer al PSOE para votar igual» y que trabajan con la idea de que «la resolución del Parlament no sea un brindis al sol, sino una herramienta que permita forjar unas mayorías absolutas que no pueden lograr por sí solos los grupos catalanes de Congreso o Senado».
ERC aprovechó las discrepancias para arrojar más leña al fuego y, desde la posición crítica que mantiene con el 'Estatut' (votaron en contra), defendieron una respuesta conjunta del Parlament «que vaya más allá» de la renovación y que avance «hacia una nueva etapa más independentista». Los nacionalistas persiguen que la propuesta de reforma legal que incluya la declaración impida al tribunal resolver en el futuro sobre estatutos ya refrendados por la ciudadanía.