'Navegante' empitona al diestro madrileño y le provoca una cornada con tres trayectorias. :: ARMANDO LANDÍN/EFE
Sociedad

José Tomás torea a la muerte

Los doctores tuvieron que emplear ocho litros de sangre para paliar la hemorragia provocada por el toro 'Navegante' Sufre en México una cornada de 15 centímetros que le afecta la femoral

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José Tomás se encuentra «sedado, con ventilación y estable dentro de la gravedad» después de recibir una cornada en la plaza mexicana de Aguascalientes. Los médicos tardaron más de tres horas en arreglar la herida de quince centímetros en el muslo izquierdo, con tres trayectorias que le partió el paquete vascular de la pierna, le rompió la vena femoral y la arteria iliáca y dañó la safena, lo que hizo que los médicos temieran por su vida.

El doctor Alfredo Ruiz, del hospital Hidalgo de Aguascalientes, explicó que habrá que esperar 72 horas para ver la evolución del matador. Asimismo, agregó que la juventud y al buen estado de forma de Tomás hacen que el equipo de médicos sea optimista en cuanto a su recuperación.

El diestro de Galapagar volvía a México, un país que le admira y donde Tomás se siente muy cómodo. Además, toreaba en una plaza, la Monumental de Aguascalientes, y una feria, la de San Marcos, con mucho significado para él. Aquí empezó a despuntar como novillero y donde fue corneado por primera vez el 22 de mayo de 1994. Un novillo de Torrecilla le infirió una cornada de 30 centímetros también en el muslo izquierdo. Fue su primera herida y, casualmente, con la misma ganadería que lastimó por primera vez a Manolete en el país norteamericano.

A la tercera

Después, esta plaza se convirtió en una fija dentro de sus giras americanas. Tanto le gusta esta tierra que incluso se compró un rancho en el estado de Aguascalientes. Este sábado compartía cartel con los mexicanos Rafael Ortega y Octavio García 'El Payo'. Joaquín Sabina, el actor Diego Luna y miles de personas llenaban el coso para ver al Príncipe de Galapagar, su sobrenombre en el país norteamericano.

La corrida, con toros de Pepe Garfías, transcurría con normalidad. Tomás había cortado una oreja a su primer astado, 'Vinatero'; sus compañeros no habían tenido suerte por la mansedumbre de los astados. El segundo del lote de Tomás, 'Navegante', se presentó más complicado. Avisó con dos extraños al torero, pero no se amedrentó. Empero, a la tercera, el morlaco lo enganchó y le produjo la grave cornada.

Enseguida, el propio matador y sus subalternos se dieron cuenta de la gravedad de la herida. El maestro perdía mucha sangre y su subalterno Diego Martínez no dudó en meter la mano en la herida para taponar la hemorragia. Entre la cogida, el traslado hasta la enfermería y la operación, el torero perdió entre cinco y seis litros de sangre. Tal era la situación que la megafonía de la plaza pidió a los espectadores que donarán sangre.

Los doctores decidieron hacer una primera intervención en la misma plaza, para taponar las heridas y darle suero. En todo momento, el matador estuvo despierto y tranquilo, a pesar de conocer la trascendencia de sus heridas. Después fue trasladado la hospital Hidalgo, donde los galenos terminaron la operación y fue ingresado en la UCI.

La gravedad de la herida impresionó a los doctores. El médico Carlos Hernández explicó que había sido la cornada más grave que había visto, más dura que la que sufrió en el mismo coso el niño torero Jairo Miguel en 2007.