Un año y medio de libertad vigilada para un adolescente que robó una cámara de fotos

El pasado 2 de agosto de 2009 tres chicas se encontraban en las inmediaciones del bar musical Contraste, situado en la calle Córdoba, cuando fueron abordadas por varios menores que les increparon duramente. Uno de ellos ocupaba el asiento trasero de un ciclomotor y el conductor se dispuso a circular por la acera para acercarse más a las jóvenes, momento que aprovechó el pasajero para robar a una de ellas una cámara de fotos que llevaba colgada en el cuello y valorada en 100 euros.

Ahora, ocho meses después el juez de Menores, José Miguel Martínez, ha condenado al autor de los hechos a un año y seis meses de libertad vigilada, por un delito de robo con violencia. Además, le impone una multa de 100 euros que deberá abonar a la víctima. En la sentencia, el magistrado justifica la decisión adoptada en la veracidad, coherencia y credibilidad del testimonio de la víctima, que además identificó al menor a través de una fotografía, algo que fue corroborado por una de las amigas que presenció el robo.

Posibles represalias

Aunque la versión de la tercera testigo confirmó sólo parcialmente la de las otras dos, ya que confesó que no estaba segura de que el acusado fuera el responsable del tirón, en el fallo judicial se alude a la posibilidad de que la joven no se atreviera a identificarlo «por temor a las posibles represalias posteriores».

En lo que se refiere al condenado, éste presenta los siguientes factores de riesgo enumerados por Martínez: entorno sociofamiliar y personal desorganizado, con cierta permisividad; grupo de iguales ociosos; falta de control de los impulsos; absentismo escolar y riesgo de fracaso, y exclusión social. Contra esta sentencia cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Cádiz, en un plazo de cinco días.