MENOS ALIMENTOS PARA ANIMALES

El mercado de los piensos y los forrajes está sometido a fuertes presiones bajistas debido fundamentalmente a las crisis sectoriales que se han producido en diferentes mercados ganaderos. Han destacado por su peso, en relación con el volumen de consumo de piensos y forrajes, tanto el vacuno de leche como el porcino. En el primero de ellos, la importante caída del precio de la leche en origen les ha llevado a reducir de forma significativa las aportaciones de piensos en detrimento de la productividad de los animales. Por otro lado, en el caso del porcino, se produjo desde 2007 una importante disminución de la cabaña ganadera, con el objeto de ajustar oferta a demanda; lo que ha conllevado una fuerte reducción del consumo de piensos. En 2009, la producción de piensos compuestos para porcino en la Europa de los 27 cayó un 6,1 por ciento y un 1,5 por ciento en el caso del vacuno de leche. En general, la bajada de la producción fue en 2009 del 4,8 por ciento, de acuerdo con los datos de la Federación Europea de Productores de Piensos (FEFAC). En España este descenso se ha cifrado en el 2,7 por ciento.

La producción de forrajes deshidratados se redujo más del 22 por ciento en España en la campaña 2008/2009 y se duplicó el de forrajes desecados al sol. En total, una caída del 15 por ciento en nuestro país. En esta campaña los datos se han vuelto a invertir y se ha producido una recuperación de la producción que podría llegar a 1,75 millones de toneladas, tal como ha valorado la Unión de Pequeños Agricultores (UPA).

Pero no solo estas crisis subsectoriales han marcado este cambio de tendencia. Los bajos precios de los cereales han llevado a los productores a potenciar su autoconsumo en vez de sacarlos al mercado. Tampoco se puede olvidar que con carácter general el consumo de carnes se ha visto reducido en toda la Unión Europea, lo que ha supuesto una caída en la demanda de piensos.