«Si el Supremo tira la toalla, el daño a la Justicia será irreparable»

El mismo día en el que se sucedieron movilizaciones en varias ciudades españolas a favor de Baltasar Garzón, Mariano Rajoy hizo una llamada al Tribunal Supremo: que no ceda. El líder del PP alegó que si Luciano Varela, el magistrado que instruye la causa contra el juez de la Audiencia Nacional por un supuesto delito de prevaricación, «tira la toalla» el daño a la Justicia sería «irreparable» y las reglas del juego democrático «saltarían por los aires».

Rajoy, que intervino ante la junta directiva de su partido en Navarra, adujo que se ha puesto en marcha una «batalla brutal y antidemocrática» contra el poder judicial en la que además están participando miembros del Gobierno. Y echó en cara a José Luis Rodríguez Zapatero que haya tolerado sin decir palabra el protagonismo del secretario de Estado de Política Territorial y número dos de Manuel Chaves, Gaspar Zarrías, en varios de los actos que desde hace más de un mes se han organizado en defensa del juez.

«Yo le pido al presidente del Ejecutivo que dé la cara y diga si cree en la independencia de poderes y si le parece bien o mal esta campaña», exigió. Hasta la fecha Zapatero ha procurado mantener la distancia con este asunto, surgido a raíz de las demandas presentadas contra Garzón por Falange y el sindicato ultraconservador Manos Limpias por haber pretendido abrir una causa penal contra los crímenes del franquismo sin tener competencias.

Aunque desde el primer momento defendió la «valentía» demostrada por el juez a lo largo de toda su carrera en la lucha contra ETA, el jefe del Ejecutivo también abogó, por un lado, por respetar la acción de la justicia y por garantizar los derechos de manifestación y libertad de expresión, por otro.