Kaká vuelve para rescatar al Madrid

Kaká reapareció un mes y medio después para rescatar al Real Madrid y mantenerle en la lucha por la Liga. Tenía el Madrid perdidos en La Romareda no sólo dos puntos, sino más de medio título, pero volvió a pisar el césped el brasileño y en la segunda ocasión de gol que tuvo, se encargó de sentenciar al Zaragoza. No hubiera soñado un regreso mejor Kaká. El destino, y el oportunismo de Raúl, también quisieron que el eterno capitán blanco marcase el gol que abrió el marcador en el estadio en el que debutó hace ya casi 16 años. Kaká y Raúl 'resucitaron' en el momento preciso. El fútbol del Madrid, para no perder la costumbre, fue muy gris, pero la calidad y el poder ofensivo volvieron a resultar fundamentales. El Zaragoza llegó a empatar con diez, pero no pudo aguantar ante la urgente necesidad del Madrid de llevarse un nuevo triunfo. Llegaron a lanzar los blancos dos balones a los palos y merecieron la victoria, aunque tuvieron que sufrir demasiado y esperar de nuevo hasta casi el final. Esta vez les tocó un partido, como se preveía, muy duro, pero salieron airosos gracias a dos futbolistas a quienes ya se les exigía responder.

Le costó al Madrid demasiado tiempo adelantarse porque quedó trastocado con la tempranera lesión muscular de Van der Vaart y la agresividad del Zaragoza, que a base de interrupciones consiguió anular el juego del Madrid después de que en los primeros minutos los blancos se mostrasen brillantes, combinativos, veloces y verticales.

Fue el Madrid de más a menos, y los de Gay, sin embargo, se fueron creciendo, aunque a veces abusaron de juego duro y se arriesgaban a alguna expulsión. Apostó Pellegrini por Raúl en vez de por Kaká y en el segundo tiempo, el capitán daría la razón al chileno. Ese gol provocó también la expulsión de Contini, a quien se le fue la cabeza sacando el codo ante Higuaín. El Zaragoza se quedaba con diez y pocos podían predecir que un genial pase de Abel Aguilar acabaría en la red tras una galopada de Colunga.

Al Madrid le quedaba media hora pero la suerte volvió a darle la espalda con un cabezazo de Sergio Ramos al poste. Pellegrini ya no podía esperar más y debió recurrir ya a Kaká, que a ocho minutos para el final desniveló la balanza.