El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha pedido "prudencia" y ha manifestado su "absoluta y plena confianza" en las instituciones que deben investigar los presuntos abusos a los que funcionarios de prisiones de Alcalá Meco. / Foto: Efe | Vídeo: Atlas
escándalo en la prisión de mujeres madrid I

Gallizo: «La cúpula no actuó ante comportamientos claramente deleznables»

Instituciones Penitenciarias no descarta que se hayan producido abusos sexuales y confirma que un guardia entró en una celda por la noche

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, no ha descartado que haya habido relaciones sexuales a cambio de favores entre funcionarios y reclusas de la cárcel de mujeres Madrid I, cuya dirección fue cesada por no actuar ante "comportamientos manifiestamente deleznables". Gallizo ha comparecido en rueda de prensa para explicar la cronología de los hechos que han conducido a la destitución del director, el subdirector y el administrador de la cárcel de mujeres, y a la apertura de expedientes disciplinarios a dos funcionarios de esta prisión, suspendidos también de funciones.

La adopción de estas medidas cautelares obedeció a que, según sus palabras, la dirección no actuó con la "celeridad necesaria" ni con "el altísimo nivel de exigencia" propio de Instituciones Penitenciarias ante la sospecha de esas conductas irregulares. "No descarto que se haya producido nada", ha respondido Gallizo al ser preguntada por la posible existencia de relaciones sexuales entre las reclusas y algunos funcionarios a cambio de prebendas, aunque sí ha dicho que no hay constancia de que se tratara de facilitar drogas a las internas.

La secretaria general ha admitido que el 4 de abril un funcionario entró en una celda de la prisión a altas horas de la madrugada y permaneció en su interior durante un espacio de tiempo que, según Gallizo, no está justificado de ninguna manera. "No estamos dispuestos a transigir con ningún comportamiento irregular", ha zanjado Gallizo, quien ha justificado la contundencia de las medidas adoptadas y ha dicho que, temporalmente, se encuentra como director en funciones un miembro de la Inspección Penitenciaria que está investigando estos hechos.

Incidente de "extrema gravedad"

Según ha detallado, la primera información sobre supuestas conductas irregulares se tuvo a principios del pasado mes de enero, cuando una funcionaria denunció ante el director del centro que se había introducido alcohol en la prisión, especialmente en Nochevieja. El director recabó los informes pertinentes y remitió la denuncia a la Secretaría General, que trasladó los hechos a la Inspección de Instituciones Penitenciarias. Unos días después, se acordó incoar un expediente disciplinario al funcionario supuestamente involucrado en esos hechos, que fue suspendido de funciones.

Fue el 4 de abril, sin embargo, cuando se produjo un incidente de "extrema gravedad", según Gallizo, si bien hasta el 7 de abril el director de Madrid I no lo comunicó a la Secretaría General. Cinco días después, y ante la veracidad de los hechos denunciados, se suspendió de funciones al funcionario que supuestamente accedió a la celda durante la noche y se le abrió un expediente, para después acordar la destitución de la cúpula directiva de la prisión. Además, las dos internas que compartían esa celda han sido trasladadas de centro penitenciario. Gallizo no ha querido precisar en qué consistieron esos hechos concretos, ha alegado que la investigación todavía no está cerrada y ha puesto el acento en que la Fiscalía ya tiene conocimiento de ellos.

En cualquier caso, ha dejado claro que se trata de actuaciones completamente aisladas e individuales, que nada tienen que ver con el "buen nombre" de los 25.000 trabajadores de Instituciones Penitenciarias, que en su inmensa mayoría son funcionarios "honorabilísimos". Ha prometido, en este contexto, "mano dura" con los comportamientos irregulares, con los que será "absolutamente intolerable". Mercedes Gallizo solicitará comparecer en el Congreso de los Diputados para informar de los hechos y de las medidas adoptadas. Durante la misma rueda de prensa, Gallizo ha negado cualquier relación de estas irregularidades con la aplicación de la ley de igualdad, que ha conllevado la unificación de escalas y el acceso de hombres a los puestos de funcionariado en las cárceles de mujeres.

Polémica con la ley de Igualdad

Por su parte la secretaria general de Política de Igualdad, Isabel Martínez, ha salido al paso de las opiniones que han surgido en algunos medios de que el escándalo sexual es consecuencia directa de la aplicación de la ley de Igualdad. "En las cárceles de mujeres hay hombres desde antes de que se aprobara la ley de Igualdad", ha afirmado. Dice que, por el contrario, esta ley "ha acabado con la discriminación que había entre las mujeres y los hombres a la hora de optar por una plaza en una cárcel".

Isabel Martínez explica que la ley corrige la designación directa por razón de sexo "porque para las mujeres había siempre menos plazas que para los hombres y para que se corrigiese esta situación ha habido denuncias y exigencias al Gobierno para que garantice la igualdad de sexo en las prisiones". "Ahora -añade- hay igualdad entre hombres y mujeres al acceder a una plaza y lo que ha sucedido en Madrid I es un hecho aislado, que será severamente castigado, pero que nada tiene que ven con la ley de Igualdad. Hay mala intención por mezclar ambas cosas".

La secretaria general de Política de Igualdad pone el caso de Cataluña, que tiene transferidas las prisiones desde hace mas de quince años "y el funcionamiento de las cárceles es totalmente normal, sin problemas de convivencia, una situación similar que he visto en otros países". Compara este hecho con la situación de la mujer en las Fuerzas Armadas, "donde las mujeres piden el destino en función de la ciudad que les pueda interesar y no si hay hombres o mujeres".

Para Isabel Martínez "toda ocasión es buena para cuestionar la ley de Igualdad, que es la más valorada por la ciudadanía y de la que se suele frivolizar, pero es una ley útil que sirve para que otras mujeres tengan acceso a trabajos tradicionalmente de hombres y corrige muchos elementos de discriminación laboral. "Vincular este incidente con la aplicación de la Ley de Igualdad es oportunista y no responde a la realidad", ha señalado.