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El cargamento de casi una tonelada fue hallada dentro del vehículo durante un control de tráfico. :: l. v.
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Decomisan en Sanlúcar casi una tonelada de caracoles sin control sanitario

Los moluscos eran transportados en un camión sucio y sin refrigeración, que carecía de las condiciones apropiadas El Seprona decomisa en Sanlúcar casi una tonelada destinada al consumo

MIGUEL D. GARCÍA
CÁDIZ.Actualizado:

Aparte de la manzanilla, ¿qué hay más típico de una feria andaluza que un vasito de cristal repleto de caracoles con caldito caliente? La temporada feriante ya ha comenzado y con ella, se dispara la recolecta de estos moluscos de apariencia viscosa que se antojan un plato exquisito para muchos gaditanos, y un aperitivo imprescindible para el verano.

Con todo, su recolección no siempre se lleva a cabo con las condiciones que se exige a cualqueir alimento destinado de consumo humano y muchas veces llega a los bares sin garantías sanitarias. El último ejemplo lo dio a conocer ayer la Guardia Civil de Cádiz, que se se incautando de un cargamento de casi una tonelada de caracoles, que iba destinada a bares de la comarca. En concreto, han intervenido 800 kilos de estos gasterópodos, en una operación que ha sido llevada a cabo por el Servicio de Protección al Medio Ambiente (Seprona) del Instituto Armado, junto a los inspectores de la Junta en Medio Ambiente.

El cargamento fue hallado en Sanlúcar de Barrameda, en un control de carretera de la Benemérita. En él se paró un camión en el que eran transportados los caracoles (de la familia 'helix pomatia'), empaquetados en las clásicas redecillas, dispuestas para la venta y el consumo humano. Probablemente para distribuirlas, a juzgar por su cantidad, por una gran cantidad de bares de la costa noroeste. En este caso, sin embargo, la intervención del Seprona no se ha debido a que el caracol se encuentre en la lista de especies en peligro de extinción; ni a que los especímenes hallados tuvieran una talla inferior al mínimo legal. El problema fundamental era que el camión en el que viajaban carecía de cualquier garantía sanitaria: ni sistemas de refrigeración, ni etiquetado en las bolsas, ni registro sanitario que acreditase su procedencia, ni garantías de su correcta trazabilidad para ser comercializados para consumo humano», según comunicó la Guardia Civil ayer en una nota de prensa, en la que destaca, por ejemplo, la «suciedad» del vehículo.

El conductor, un vecino de Sanlúcar, reconoció que los caracoles habían sido cogidos en la localidad sevillana de El Cuervo, e iban a ser distribuidos para consumo humano. De manera que los agentes intervinieron la mercancía y la puso a disposición de la Delegación Provincial de Salud de la Junta, para su posterior destrucción.

El propietario del camión, por su parte, ha sido denunciado por infringir la normativa sanitaria, la de protección de consumidores y usuarios, y la de transporte de productos alimentarios, que obliga a etiquetarlos y mantenerlos en un ambiente refrigerado.