«Sólo quiero hacer papeles por los que estoy dispuesto a sangrar»

Viajero en el tiempo. Es la nueva 'profesión' de Eric Bana en 'Más allá del tiempo', la adaptación cinematográfica del la novela de Audrey Niffenegger que se estrena en los cines españoles hoy. La película une el romance y la ciencia-ficción. Bana se convierte en Henry de Tamble, un bibliotecario que tiene en sus genes la habilidad de viajar en el tiempo. El problema es que no tiene control sobre sus saltos al pasado o al futuro, y en ocasiones se encuentra en situaciones de peligro. La única constante que lo mantiene son las visitas de Clare Abshire (Rachel McAdams), la mujer que ama y que le espera en casa salto.

'Más allá del tiempo' ha tenido un difícil camino. Era la película que soñaban hacer juntos Jennifer Aniston y Brad Pitt. Compraron los derechos en 2002, pero apareció Angelina Jolie y se fue todo al traste. El proyecto se congeló hasta que finalmente Pitt compró su parte a Aniston en la productora que habían creado juntos Plan B y decidió producirla solo. Para sustituirle contrató a Eric Bana , un australiano de madre alemana y padre croata. Bana, que conquistó el éxito en su país como actor cómico, se ha revelado en Hollywood como un gran intérprete dramático con películas como 'Hulk', 'Troya', 'Blackhawk derribado' o 'Múnich'.

-Los obstáculos que atraviesa esta pareja para encontrarse es uno de los elementos clave de la historia. ¿Cuándo se preparó para el personaje pensó en su propia experiencia?

-Esta película está basada en una novela que fue un éxito. Como actor cuando el material es bueno lo único que debe guiarte es la palabra escrita. La pareja protagonista se enfrenta a muchos obstáculos en la lucha por su amor, pero no hay que olvidar que este filme se encuentra entre la fantasía y la realidad.

-¿Cree que en el destino?

-Creo que nuestro camino tiene mucho que ver en la conexión con la gente. Cada persona que aparece en nuestras vidas lo hace por capricho del azar. Uno decide de una manera consciente quién es su amigo, pero es el destino quien pone a dos personas en una misma habitación. Y lo mismo ocurre en el amor.

-¿Es usted romántico?

-(Muestra un anillo de plata con la inscripción 'Corragio' que en italiano significa coraje, un regalo de su mujer Rebecca) Es un símbolo de nuestro amor. Fue el primer regalo que mi mujer me dio por mi cumpleaños y le tengo mucho cariño, no me lo quito nunca. Soy un romántico empedernido, creo en el matrimonio y en el amor para toda la vida.

-Lleva un par de años en que no para de presentar nuevas películas.

-Es pura coincidencia. He rodado varias y ahora se estrenan todas al mismo tiempo. Reconozco que estoy en un momento muy interesante de mi carrera.

-Pero sólo quiere hacer una por año, ¿por qué?

-No es así exactamente. Quiero hacer papeles que me interesen, plató y entrar directamente en otro. Yo no. Necesito tiempo para recuperarme entre película y película.

-Y además se mantiene apartado de Hollywood. Vive en Australia.

-¡Es un sitio fabuloso para vivir! (se ríe). Vivo en Melbourne porque es mi casa y me gusta vivir allí. Además hoy en día, en que las películas se ruedan en multitud de países, da igual dónde vivas.

-¿Qué le motiva como actor?

-No me gusta sentirme cómodo dentro de los personajes que interpreto. Me siento atraído por los personajes que me cuesta entender. Aquellos que me obligan a cuestionarme quién soy en realidad. Como actor disfruto perdiéndome dentro del personaje. Cuando consigo llegar a ese nivel de entrega siento que soy vulnerable y eso me llena. Sólo quiero hacer papeles por los que estoy dispuesto a sangrar.