Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
día del libro

Los escritores analizan el impacto del libro electrónico en los hábitos de lectura de los españoles

El pesimismo vence, argumentando que España es "un país muy inculto", aunque hay lugar para la esperanza ya que el e-book puede "generar un nuevo movimiento en el mercado"

EUROPA PRESS
MADRIDActualizado:

Algunos de los escritores más importantes en España se muestran pesimistas respecto al futuro de la lectura, a pesar de la llegada del libro electrónico. Diversos de estos autores han hablado con motivo del Dia del Libro y, entre las opiniones recogidas, destaca el desánimo respecto a la actual situación de los lectores.

El hispanista Ian Gibson reconoce que, a sus 70 años, se encuentra "alejado" de los nuevos cambios del sector editorial. A su entender, la llegada del 'e-book' es un cambio "lógico" con los años, ya que vivimos en una época de "alta tecnología" que ha perjudicado el fomento de la lectura. "Lo veo en mis propios nietos, que tienen tantos aparatos que apenas cogen libros. ¿Qué puede hacer el abuelo?", ironiza Gibson.

No obstante, reconoce que estos avances tecnológicos no han sido los únicos que han frenado el interés en España por los libros de papel, puesto que la Guerra Civil también ha tenido un protagonismo importante. "Este país, con la Historia que tiene de guerras e inseguridad, jamás ha leído mucho, es terrible. A mí juicio, España se encontró con la República, pero luego vino la guerra y el odio a la cultura, hasta que salimos de la cueva. Habrá que esperar los avances en democracia".

España es "un país muy inculto"

En la misma línea se mostró la escritora Rosa Regás, que califica de "inevitable" la llegada del libro electrónico. A pesar de este nuevo dispositivo, sus previsiones respecto a un aumento de la lectura no son muy halagüeñas, ya que España es "un país muy inculto". "El nivel de lectura es bajo, pero es mejor que hace 20 años. Somos un país con niveles bajos en casi todos los sectores, que no ha tenido escuela pública durante muchos años. Este hábito se consigue con generaciones".

La autora de Ginebra o Azul reconoce que no es una usuaria habitual de los 'e-books' -a diferencia de sus nietos-, pero admite que si el dispositivo sigue adelante deberá acostumbrase al nuevo formato. "Supongo que cuando empezó la imprenta, los monjes que estaban en los conventos escribiendo sobre pergaminos tampoco estaban a favor...", señala.

Un lugar para la esperanza

Un informe reciente del Ministerio de Cultura recogía que la edición en libro electrónico en 2009 superó el 48% respecto al año anterior. Así, un gran número de editoriales tendrán más de la mitad de su catálogo digitalizado y las novedades irán ocupando cada vez más espacio en la oferta digital, según las previsiones del sector. Por ello, una visión ligeramente distinta es la del filósofo Javier Marías, quien reconoce tener una visión "menos pesimista" que sus compañeros: "los jóvenes leen". "Todo cambia y estoy convencido que el libro electrónico va a generar un nuevo movimiento en el mercado, hay que olvidarse de los prejuicios".

El escritor afirma sentirse ante el libro eléctrico "como los indios en las praderas ante la llegada del ferrocarril: lo único que estaba claro era que iba a llegar". En este sentido, apunta a un cambio en el papel de los editores, ya que entiende que los escritores podrían no necesitarlos en la edición digital. Respecto a la manera de escribir, rechaza posibles cambios en la redacción de las nuevas obras, al menos por su parte. "Un escritor es una persona que se encierra en su casa para contar una historia que quiere escribir. Yo no voy a hacer un libro para ajustarlo a que se vaya a descargar por Internet o se lea por fragmentos", concluye.