En el nombre de Juan
Jerez Actualizado:Podría escribir de Messi, o de Gorosito, o en general de la afrenta del Xerez en el Campo Nuevo del próximo sábado. Podría escribirse que ahora el Barça protesta con la boca pequeña de los arbitrajes. O que el Xerez, como el jazzista Miles Davis, prepara'el ascensor para el cadalso'. Está claro, tan acostumbrados al ahora jubilata Megía Dávila, y a Iturralde González. En todos los casos, da gusto ver jugar al Barça, porque ha dignificado y hasta reinventado el fútbol moderno. Tanto es así que el Dream Team parece pequeño al lado de éstos. Se podría entender que el ídolo cuervo Gorosito tiene opciones de puntuar en Barcelona, como hizo el Inter, con marcaje al hombre sobre Xavi, a todo el campo. Sin embargo, el fondo de esta opinión publicada es para el querido Juan Fernández. El presidente de la gaditana de Atletismo es el hacedor de la Media Maratón del domingo en Jerez. Una vida al servicio del deportista anónimo, y/o federado del atletismo. Un trabajo abnegado, e indudablemente vocacional. El deporte rey (el fútbol) no tiene nada que ver con el rey de los deportes (el atletismo), como tampoco sus gestores. El atletismo nació de la necesidad del hombre en la Antigua Grecia de emular a los dioses. El atleta que obtenía el triunfo merecía el respeto unánime, su victoria tenía carácter mítico. A lo largo de la historia, el atletismo ha hecho libre a África e infame a grandes potencias que generaron campeones en la barra libre del dopaje. En Jerez hemos contado en el atletismo nacional a través del Puma Chapín (Mercedes Chilla, profeta en su tierra, entre otros.), y en otro perfil de competición, con el Maratón Jerez. En 1990 y 1991 se celebraron sendas Ligas Europeas en el Antiguo Chapín, y hasta un mitin internacional con Carl Lewis y el cubano Sotomayor. Hoy sólo quedan escuelas de cantera (Sherry Sport) e instalaciones que envidian otras ciudades. Y que nos quisimos cargar en nombre del fútbol.