La oposición apoya sin entusiasmo las medidas anticrisis del Gobierno
Los grupos validan las propuestas del 'decreto Zurbano', pero insisten en que no bastan para solventar la difícil situación económica
MADRID.Actualizado:Ni un solo voto en contra. Rara vez el Gobierno consigue en los tiempos que corren un respaldo tan amplio. Quienes dieron ayer el sí al decreto ley nacido de las llamadas 'conversaciones de Zurbano' -PP, CiU, PNV, ERC, UPN, UpyD y CC- lo hicieron con espíritu crítico. Todos remarcaron que las medidas que contiene el texto no bastan para hacer frente a la crisis. Pero respaldaron.
El pacto ofrecido por José Luis Rodríguez Zapatero durante aquel pleno económico celebrado hace ya dos meses, a rebufo de la semana más negra de la Bolsa española, se ha quedado, según la mayoría de la cámara, en una serie de medidas dispares, sin coherencia interna y de impacto limitado. Sin embargo, el Gobierno puede presumir de haber recabado el aval de casi todos. Incluso del primer partido de la oposición. Pese haber amagado con condicionar su sí a una renuncia a la subida del IVA y pese a insistir en que las ayudas directas del ICO o las rebajas fiscales para la rehabilitación de vivienda son meros parches que no arreglan el problema de fondo, el PP optó, en palabras de su portavoz económico, Cristóbal Montoro, por actuar con «lealtad»: dijo sí a medidas que cree positivas pero también advirtió de los «riesgos» de no abordar reformas estructurales. Fue, 'grosso modo', un discurso compartido por otros muchos portavoces. El del PNV, Pedro Aspiazu, lo tradujo así: «Esta terapia no cura aunque tampoco está contraindicada». El de ERC, Joan Ridao, de otra manera: «Ustedes pretendían dar a luz un elefante, pero les ha salido un ratón». Incluso el de la formación más satisfecha con el decreto, el diputado de CiU Josep Sánchez Libre insistió en que lo acordado va «en la buena dirección», pero es «insuficiente».
La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, ya preveía por dónde irían los tiros de este debate. También sabía que las formaciones más a la izquierda, IU-ICV, NaBai y BNG no darían su apoyo y se abstendrían. Por eso, en su intervención inicial adelantó que con las actuaciones que ahora se ponen en marcha «no se agota el margen de diálogo».
Salgado recordó que quedan «temas muy importantes» por pactar, pero se centró en dos: la política industrial -anunció que constituirá de forma «inmediata» la comisión interministerial para abordarla- y la industrial -el 29 de abril presentará a los grupos un documento y celebrará una reunión específica-. De momento, los grupos quedan fuera de la reforma del mercado laboral que, a juicio del Gobierno, debe ser negociada por sindicatos y empresarios.
Mensaje de confianza
«Hay que combinar el realismo de conjugar distintas voces con la urgencia que impone el momento», defendió la ministra de Economía. A su juicio, la virtud del proceso abierto hace dos meses y en el que, por parte del Gobierno, participaron su departamento, el del ministro de Industria, Miguel Sebastián y el de Fomento, José Blanco, está en que ha permitido lanzar un mensaje de confianza a los ciudadanos.
Destacó además, dos aspectos del decreto ley. Dijo que trata de dar respuesta a la «intensísima» destrucción de empleo en el sector de la construcción que, a corto plazo, «no tiene recolocación». Y recordó que es «urgente» facilitar el acceso al crédito que «se sigue desacelerando». Se espera que los préstamos del ICO estén disponibles, a través de las dos entidades bancarias seleccionadas, el 15 de junio.
La vicepresidenta defendió además que la economía española ve ya los «primeros síntomas» de mejoría, aunque admitió que es necesario reformar aquellos «elementos característicos» que hacen de España el país con más paro de su entorno.