El FMI sitúa a España como el país con la peor tasa de paro del mundo desarrollado con un 19,4%
Las previsiones del Fondo Monetario Internacional respecto al crecimiento de la economía mejora en dos décimas con respecto al informe de enero
WASHINGTONActualizado:España seguirá en el vagón de cola de Europa este año y tendrá que hacer frente, además de a la peor tasa de desempleo del mundo desarrollado, a una contracción del crecimiento del 0,4%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Será necesario que acabe el 2010 para que el país deje atrás la recesión y reanude la senda del crecimiento, con un repunte esperado del 0,9% para el 2011, por debajo del 1,8% estimado por el Gobierno español.
Esas son algunas de las conclusiones que se recogen en el informe semestral "Perspectivas Económicas Mundiales", que revisa ligeramente al alza la proyección de España, de la contracción del 0,6% adelantada en enero por el FMI al 0,4% actual, coincidiendo con las previsiones del Banco de España.
Y si los augurios para el Producto Interior Bruto (PIB) no son muy halagüeños, menos lo son los del desempleo, que subirá hasta el 19,4% este año y quedará en el 18,7% en 2011, adelanta el FMI. Las cifras oficiales prevén que el desempleo quede en el 19% este año, en el 18,4% en 2011 y en el 17% en 2012. Los datos están muy por encima de la media de la zona euro, que tendrá un desempleo del 10,5% este año y el próximo.
La sombra del déficit
Por lo demás, el Fondo adelanta que España tenga una inflación del 1,2% este año y del 1% el que viene y un déficit por cuenta corriente del 5,3% en 2010 y el 5,1% en 2011, uno de los datos más altos de la zona euro. A la cabeza en ese frente están países como Grecia, con un déficit esperado del 9,7% este año y el 8,1 en 2011. Portugal, Chipre y Malta registrarán también déficit elevados por cuenta corriente, según el Fondo.
En líneas generales, el FMI hace hincapié en que Europa está saliendo de la crisis a un ritmo más lento que otras regiones. Así, el Fondo prevé un crecimiento del 1% este año en la región y del 1,5 en 2011, frente al 3,1 y 2,6% respectivamente que se espera en Estados Unidos. El informe del FMI llama la atención sobre la existencia de varias "fuerzas poderosas" que frenan la recuperación en Europa.
El organismo menciona, en ese sentido, que la preocupación sobre la solvencia soberana y la liquidez de Grecia, así como el posible contagio a otros países vulnerables, amenaza la normalización de las condiciones en los mercados financieros. El FMI ve, de hecho, la posibilidad de un contagio griego como el principal riesgo a corto plazo. Eso refuerza, en opinión del Fondo, "la importancia de los esfuerzos por parte de las autoridades griegas para restablecer la credibilidad de su política fiscal".
En busca de la estabilidad financiera
El organismo valora positivamente el respaldo financiero a Grecia acordado por los países de la zona euro, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) que se entregará en caso de necesidad. Se trata, según el FMI, de un "paso importante" para asegurar que el nerviosismo sobre la evolución de Grecia no conduzca a la inestabilidad financiera o cree efectos adversos en los sistemas bancarios europeos. En el capítulo de riesgos, el FMI incide también en los problemas pendientes de solución en el sector bancario europeo, que han postergado, dice, la vuelta a la "normalidad".
Entre los factores positivos figura la normalización de los flujos de comercio global, que ha contribuido "significativamente" al crecimiento tanto en la zona euro como en los países de la Europa emergente. El FMI habla de una recuperación "moderada" en las dos grandes economías europeas, Alemania y Francia, en donde el crecimiento de las exportaciones se ve frenado por una limitada demanda externa. Además, en ambos casos, el exceso de capacidad, las limitaciones al crédito, la caída del consumo y el elevado desempleo frenan la inversión.
Más moderada incluso será la recuperación en economías más pequeñas como las de España, Grecia, Irlanda y Portugal, en donde el crecimiento se ve frenado por "los grandes desequilibrios fiscales o por cuenta corriente". En el capítulo de política monetaria, el informe cree que es "apropiado" mantener los tipos de interés en niveles "excepcionalmente bajos" dado que las presiones inflacionarias siguen siendo escasas.