Un técnico coloca un sensor de ceniza en un avión alemán. :: AFP
MUNDO

Europa alivia el caos aéreo

La UE flexibiliza las restricciones, por lo que se espera que hoy despegue el 50% de los vuelos previstos

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Los cielos europeos retornarán paulatinamente a la normalidad a partir de las 8 de la mañana de hoy después de que los ministros de Transportes de la UE, reunidos ayer tarde por videoconferencia bajo la presidencia del titular de departamento español, José Blanco, decidieran relajar las restricciones impuestas la semana pasada al tráfico aéreo tras la erupción del volcán islandés Eyjafjalla, que cubrió el cielo de una espesa nube de ceniza.

En una rueda de prensa celebrada tras la reunión, y transmitida desde Madrid, como capital de la presidencia comunitaria durante este semestre, Blanco manifestó que el Consejo había decidido establecer tres zonas aéreas (que no detalló) según su grado de exposición a la ceniza del volcán. En la primera, circunscrita a los límites de influencia inmediata del foco de emanaciones, el tráfico aéreo continuará prohibido. En la segunda las cenizas, aunque presentes, no representan una amenaza real para la seguridad y el vuelo estará autorizado. La tercera quedará libre de toda prevención.

Por la mañana, expertos de la Comisión Europea detallaron que se barajaban diferentes opciones para facilitar la vuelta a la normalidad en el tráfico aéreo y que se tomaban en cuenta, además de la separación geográfica del foco emisor, otros factores como la altura de vuelo. Tres franjas estaban sometidas a consideración: hasta 20.000 pies (6.096 metros), hasta 10.668 metros y por encima de esta altitud. Las cenizas se localizan principalmente en la franja que va de los 6.096 a los 10.668 metros.

El ministro español dijo que las decisiones del Consejo, que serán implantadas progresiva y coordinadamente entre los países de la Unión, resultan directamente de la constatación del estado real del aire, mediante los vuelos de comprobación llevados a cabo por varias compañías las últimas horas, que no han detectado presencia de cenizas. «Hasta ayer por la tarde (por la del domingo) no estuvieron disponibles esas informaciones», aseguró el ministro.

Previamente, y según Blanco, las provisiones adoptadas lo fueron en base a informaciones suministradas por el Centro de Vulcanología de Londres, combinadas con otros informes técnicos. La decisión de cierre del espacio aéreo corresponde a las autoridades nacionales, mientras que Eurocontrol, un organismo europeo no comunitario, actúa como coordinador. Los estados miembros no han cedido a las instituciones de la Unión la gestión del tráfico aéreo, alegando razones de soberanía. Precisamente Eurocontrol señaló que ayer sólo alrededor de 8.700 vuelos despegaron de la UE, el 30% de los 28.000 previstos. Hoy se prevé que ese porcentaje aumente hasta el 40% o el 45% y entre un 10% y un 15% más mañana.

Coste elevado

La decisión ministerial se produce después de severísimas críticas de organizaciones de transporte aéreo civil. La Iata (Asociación Internacional del Transporte Aéreo) había expresado su profundo disgusto por la manera en que las autoridades europeas habían gestionado la crisis. «Sin una valoración de riesgo, sin consultas, sin coordinación y sin dirección esta crisis está costando a las compañías aéreas del orden de 200 millones de dólares (148,5 millones de euros) al día y toda la economía europea registra pérdidas de miles de millones en ocasiones de negocio desperdiciadas. Ante consecuencias tan atroces, resulta increíble que los ministros europeos de Transportes hayan tardado cinco días en organizar una videoconferencia», se quejaba Giovanni Bisignani, director general de la Iata.

El responsable de esta organización, que engloba a 230 compañías, criticaba con dureza que el cierre del espacio aéreo se haya producido «sobre modelos teóricos de la nube de polvo. Esto significa que los gobiernos no han asumido la responsabilidad de tomar medidas concretas basadas en hechos».

El disgusto en el sector es monumental. El coste del bloqueo aéreo podría ya ser superior al provocado por los atentados del 11-S. El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, manifestaba que la Comisión estudia autorizar ayudas de Estado para los afectados. «Estamos preparados para aprobar un marco similar al del 11-S que permitirá conceder ayudas estatales para cubrir el coste directo de las consecuencias y los sobrecostes de seguros de las aerolíneas», señaló Almunia, que forma parte del grupo de expertos creados por el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, para evaluar el impacto económico de las crisis en la UE. Lo cual quiere decir, lisa y llanamente, que las consecuencias económicas del desastre las van a soportar los contribuyentes.