![](/cadiz/prensa/noticias/201004/20/fotos/2169439.jpg)
Zapatero exige al PSC respeto al Constitucional
El jefe del Ejecutivo demanda a los dirigentes de su partido responsabilidad institucional y prudencia Se declara atado de pies y manos para renovar a los magistrados interinos
MADRID / BARCELONA. Actualizado: GuardarLa ausencia de sentencia sobre el 'Estatut' ha acabado por ser casi tan incómoda para el PSOE como un veredicto del Constitucional. El revuelo causado en Cataluña por el último desacuerdo de los magistrados ha vuelto a tensar la cuerda de la siempre difícil relación entre José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente de la Generalitat, José Montilla. Si éste exigió el pasado viernes al jefe del Ejecutivo que impulse, sin más demora, la renovación del máximo intérprete de la Carta Magna, Zapatero reclamó ayer a la ejecutiva de su partido «responsabilidad y respeto hacia las instituciones».
La demanda del también líder del PSC es en sentido estricto y aislado, según admiten en Ferraz, razonable. El Constitucional va camino de dos años y medios en situación de interinidad. Un tercio de sus componentes, entre ellos la presidenta y el vicepresidente, deberían haber sido sustituidos mediante un acuerdo de los dos partidos mayoritarios, pero la última vez que intentaron cerrar un pacto, en septiembre de 2008, fracasaron y los socialistas terminaron por tirar la toalla.
El problema es que, razonables o no, las exigencias de los catalanes resultan inconvenientes. Zapatero se declaró ayer, según fuentes de la reunión, atado de pies y manos. «No podemos hacer nada porque, aunque alguno no os lo creáis, así funciona la democracia», ironizó ante el portavoz del PSC, Miquel Iceta, y el resto de la directiva.
La renuncia del PSOE a cambiar a los magistrados cuyo mandato ya expiró fue consecuencia de una maniobra del PP. Los nombramientos de los cuatro miembros del Constitucional que deben sustituir a los que, en teoría, ya acabaron su mandato corresponde al Senado a propuesta de las comunidades autónomas. Los socialistas hicieron propuestas diversas en cada comunidad, los populares, en cambio, presentaron dos únicos candidatos, que resultaron inaceptables para el PSOE: el ex presidente del Poder Judicial, Francisco José Hernando, y el ex portavoz de esa institución, Enrique López, ambos muy beligerantes contra el Gobierno.
En todo caso, tanto el Ejecutivo como la dirección del PSOE, ya se había resignado a dejar las cosas como están; al menos, hasta que se dirima sobre la constitucionalidad del estatuto catalán. La secretaria de Organización del partido, Leire Pajín, hizo todo tipo de equilibrios tras la reunión de la ejecutiva para evitar que, de sus palabras, cupiera interpretar un enfrentamiento con el partido hermano, pero insistió: «Para nosotros, el Tribunal Constitucional sigue siendo legítimo».
Reglas de juego
Su jefe directo, el vicesecretario general, José Blanco, se anduvo con menos miramientos al reconocer, en la Cadena Ser, que comparte el planteamiento de Mariano Rajoy de que «en medio del partido no se deben cambiar las reglas del juego». Y es eso lo que indigna al PSC. Según fuentes de la reunión, Iceta admitió que los populares han puesto las cosas difíciles, pero insistió al presidente del Gobierno en que «hay que presionar».
Y en mantener la presión sigue Montilla, quien reiteró ayer que el actual Constitucional «no está en condiciones» de decidir sobre el marco de autogobierno catalán, aseguró que en las próximas semanas volverá a hablar con Zapatero y reclamó un tribunal «más legítimo».
Los socialistas catalanes sostienen que el pasado fin de semana el presidente Gobierno se mostró su «predisposición» a la renovación en una conversación telefónica con el 'president'. Pero no es lo que dejó traslucir este lunes. Además, nunca ha ocultado su enfado ante quienes cuestionan la legitimidad del Constitucional desde sus propias filas y de hecho, hace unos meses amonestó a Iceta en otra ejecutiva y advirtió que no toleraría ataques al «corazón de la democracia».