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Los responsables de Acción Sindical de CC OO, Ramón Górriz, y UGT, Tony Ferrer, ayer durante la rueda de prensa en el Ministerio de Trabajo. :: EFE
Economia

'Todo o nada' en la reforma laboral

Las centrales quieren cerrar ya los capítulos de bonificaciones, plan juvenil y reducción de jornada El Gobierno rechaza la propuesta sindical de suscribir los temas socialmente urgentes

ELISA GARCÍA
MADRID.Actualizado:

El Gobierno quiere una reforma laboral que abarque todo el temario y hace oídos sordos a la petición sindical de firmar un acuerdo sobre los puntos más urgentes como son el nuevo sistema de bonificaciones al empleo, un plan de choque que impulse la inserción laboral de los jóvenes y fórmulas que reduzcan la jornada de trabajo y eviten los despidos y la destrucción de colocaciones. A su juicio, en el paquete también tienen que incluirse iniciativas que adapten la contratación al momento actual y reduzcan la brecha existente entre temporales e indefinidos y que den cabida a la intermediación privada con ánimo de lucro para casar ofertas y demandas laborales. A la postura del Ejecutivo se suman los representantes de las patronales CEOE y CEPYME.

CC OO y UGT defienden la aplicación urgente de medidas para paliar las situaciones más dramáticas, entre ellas el 40% de paro juvenil. Argumentan que la crisis avanza y la negociación se dilata sin resultado positivo. Por el contrario, consideran que las reformas estructurales -contratación e intermediación laboral- requieren un análisis en profundidad para identificar adecuadamente «los remedios» a adoptar.

El rechazo del Gobierno se produjo ayer en una nueva reunión de diálogo social. El encuentro duró alrededor de tres horas y continuará el próximo lunes, fecha en la que estará sobre la mesa cómo corregir la dualidad del mercado y conseguir que los contratos temporales solo atiendan a actividades con fecha de caducidad. Los protagonistas de la negociación desean que los contactos se celebren en medio de la mayor discreción posible, sin presiones de los medios informativos. Todas las partes manifiestan su disposición a continuar el proceso, a la vez que cada una reclama mayor implicación del resto. El principal motivo del encuentro de ayer era que el Gobierno conociera de viva voz la evaluación que las patronales y los sindicatos han realizado del último documento del Ejecutivo, que apostaba abiertamente por reducir el coste del despido para los empresarios sin reducir los derechos de los trabajadores.

Oposición patronal

No obstante, los representantes de CEOE y CEPYME pospusieron su opinión definitiva a próximos días, cuando se reúnan sus órganos de dirección. En un principio, el presidente de la gran patronal, Gerardo Díaz Ferrán valoró el documento del Gobierno, al asumir la calificación satisfactoria que el máximo responsable de la patronal catalana, Joan Rosell, realizó; pero 24 horas más tarde la opinión oficial de CEOE cambió y la propuesta fue considerada «insuficiente» y «poco valiente».

Desde la presentación del último documento del Gobierno, han aflorado concreciones a alguna de las medidas recogidas, como los detalles de una nueva receta para un despido más barato, basada en la creación de un fondo financiado al 50% por empresarios y Estado para bajar parte del coste del despido a los empleadores, similar a una fórmula austriaca.

Ese fondo sería nominativo para cada trabajador, que podría llevarse el dinero al cambiarse de empleo o utilizarlo como jubilación complementaria a la pública si no sufriera un despido.

CC OO y UGT apuestan por estudiar con detenimiento la propuesta. CC OO mantiene que es preciso «hablar de la contratación en su conjunto» puesto que se trata de «construir y aplicar un sistema novedoso». «No queremos trasladar intacto un mecanismo existente en Austria a España, porque la situación y los indicadores son muy diferentes». «Hay cuestiones como la creación del fondo, las indemnizaciones, o la cuenta individual que nos parece bien, pero siempre que se hable de toda la contratación», insistieron fuentes sindicales.

Para UGT, la constitución de «un fondo de capitalización por los empresarios para hacer frente a sus obligaciones» no se puede «improvisar» en unas cuantas semanas porque las diferencias entre países son palpables. «Hemos mostrado y lo seguiremos haciendo nuestra disposición a discutir estos temas. Lo vemos interesante, pero sin agobios», concluyó un portavoz de la central socialista.