La Real Academia de Ingeniería homenajea a Jorge Juan en Cádiz

Una numerosa representación de la Real Academia de Ingeniería viajó este fin de semana a Cádiz para rendir homenaje, hoy y mañana, a la insigne figura de la Ilustración Jorge Juan y Santacilia, de tanta trascendencia para el posterior desarrollo de la Ingeniería y la Armada españolas.

Creada en 1994, la Real Academia de Ingeniería trata de promover la calidad y la competencia de los ingenieros españoles -más de 150.000 profesionales- al tiempo que divulga los avances técnicos a través de sesiones públicas, seminarios, jornadas, diálogos y publicaciones. Habiendo sido la primera corporación de estas características instituida durante el reinado de Su Majestad Don Juan Carlos I, otro de sus rasgos distintivos es que sus académicos están repartidos a lo largo y ancho de la geografía española.

En Andalucía desempeña su actividad docente e investigadora un importante grupo de académicos, formado por Javier Aracil, Antonio Barrero, Enrique Cerdá, y Jaime Domínguez Abascal, vinculados a la Universidad de Sevilla, y Elías Fereres y Miguel Losada, a las de Córdoba y Granada, respectivamente.

Entre las actividades de la Real Academia de Ingeniería, merecen especial mención sus homenajes a la memoria de insignes personajes y obras de Ingeniería. El Puente de Alcántara, en la localidad cacereña del mismo nombre; el ingeniero canario Agustín de Betancourt, y el paraje romano de Las Médulas, en la comarca del Bierzo (León) han sido los protagonistas de anteriores homenajes. A esta lista se une ahora el nombre de Jorge Juan (Novelda 1713-Madrid 1773). Marino, matemático, geodesta, «maestro de ingenieros» y diplomático. El «Sabio español», como se le conocía en la Europa de la época.

Siendo todavía muy joven, tomó contacto Jorge Juan con las nuevas ideas científicas representadas por Newton. En 1735 partió de Cádiz junto con Antonio de Ulloa en una expedición científica para medir la longitud de un grado de meridiano en Ecuador, verificando la forma achatada de la Tierra. A su vuelta, tras nueve años de muchas dificultades, su esfuerzo se materializó en las 'Observaciones astronómicas y físicas hechas en los reinos de Perú' y en la obra de carácter reservado que más tarde se publicaría como 'Noticias Secretas de América'. En la primera, que se tradujo a varios idiomas extendiéndose rápidamente por Europa, se utilizó por primera vez en España el Cálculo Infinitesimal de Newton.

Posteriormente Jorge Juan recibió el encargo de mejorar el diseño de los navíos de línea de la Armada Española. Para ello viajó a Inglaterra en una comisión reservada en la que adquirió información técnica, contrató constructores navales y maestros, participando a su vuelta en el diseño de Navíos de Línea y en la modernización de los astilleros de Cádiz, Cartagena, Ferrol, Guarnizo y La Habana.

En 1752 se le encargó la Dirección de la Real Academia de Guardias Marinas de Cádiz, que convirtió en un centro de enseñanza superior con Observatorio Astronómico, Biblioteca, y un profesorado excelente. En ella se dedicó al estudio teórico y experimental de la construcción y maniobra de los navíos de línea, haciendo ensayos de modelos en la Bahía de Cádiz. Para la enseñanza en la Academia publicó, en 1757, el 'Compendio de Navegación', que incluía teoría y práctica del pilotaje, observación y corrección de variaciones de la aguja de marear, construcción y uso de cartas planas y esféricas, y otras materias.

La visita de la Real Academia de Ingeniería a Cádiz y San Fernando, para rendirle aquí homenaje, resulta pues de obligado cumplimiento. Tenemos por delante dos intensos días de conmemoraciones que empezarán en el Real Instituto y Observatorio de la Armada, con la inauguración de un busto conmemorativo, y en el Panteón de Marinos Ilustres, donde se realizará una ofrenda floral ante el lugar donde reposan sus restos. Le seguirán una serie de conferencias en el Ayuntamiento y la Diputación de Cádiz a cargo de ocho académicos y especialistas en la figura histórica de Jorge Juan. En nombre de mis compañeros de la Academia querría aprovechar esta tribuna que tan amablemente nos ofrece La Voz de Cádiz, para invitar a los gaditanos a unirse a este sincero y emotivo homenaje.