caos en el aire

Bruselas niega que el cierre del espacio aéreo sea una decisión «irracional» ante las críticas de las compañías aéreas

Las restricciones al tráfico, impuestas desde el jueves pasado, cuestan a la industria aérea 148 millones de euros diarios

MADRID Actualizado: Guardar
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En medio del caos que sigue imperando en los aeropuertos del continente europeo por la nube volcánica, las autoridades comunitarias han tenido que hacer frente a las críticas de las compañías, que creen exagaradas las medidas adoptadas y reclaman la apertura de corredores, algo que están abordando los ministros de Fomento de los Veintisiete. También Eurocontrol se ha mostrado a favor de reducir el espacio aéreo prohibido.

Esta crisis aérea, más grave que la que siguió al 11-S, con el cierre del espacio aéreo de EEUU durante tres días, le está costando al sector cerca de 170 millones de euros al día. Ya se ha dado la voz de alarma porque esta situación podría suponer un freno a la recuperación económica recién iniciada en el viejo continente; también podría conllevar, pese a las ayudas públicas que se están estudiando, la quiebra de las compañías con los peores números. Por eso la Comisión "está preparada" para habilitar un marco similar al aprobado tras los atentados terroristas del 11-S con objeto de permitir que los estados miembros concedan ayudas a las aerolíneas más afectadas.

Ante la cascada de críticas, la Comisión Europea ha negado que el cierre del espacio aéreo en Europa haya sido una decisión "irracional". "Todas las decisiones tomadas hasta ahora se han basado en las directrices de seguridad de la Organización Internacional de Aviación Civil (ICAO)", ha recalcado en rueda de prensa el comisario europeo de Transportes, Siim Kallas. "No se pueden contradecir estas directrices", ha señalado Kallas, que considera que Europa no ha seguido los acontecimientos de forma "irracional".

"No se puede decir que el sistema europeo haya fallado", ha señalado y ha explicado que se trata de un "acontecimiento sin precedentes" y que las medidas que se adopten deben basarse en datos científicos y no pueden comprometer la seguridad. Preguntado acerca del sistema europeo en comparación al estadounidense, supuestamente más efectivo en estas situaciones, la CE ha precisado que en Europa la decisión de cerrar el tráfico aéreo depende directamente de las autoridades nacionales, mientras que en EEUU son los operadores los que deciden.

Medidas descoordinadas

Bruselas salía así al paso de lo dicho por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que ha criticado duramente a los Gobiernos europeos por su gestión de la crisis y ha pedido cambios en el proceso de toma de decisiones. "Ya hemos ido lo suficientemente lejos en esta crisis para expresar nuestra insatisfacción sobre cómo la han manejado los Gobiernos, sin análisis de los riesgos, sin consultas, sin coordinación, y sin liderazgo", ha señalado el director general de la IATA, Giobanni Bisignani.

"Los Gobiernos deben poner más urgencia y más enfoque en estudiar cómo y cuándo podemos reabrir con seguridad los cielos europeos", se quejaba. La IATA ha criticado la metodología única empleada para cerrar los espacios aéreos en base sólo a la medición teórica de la nube de cenizas. "Ello significa que los Gobiernos no han asumido su responsabilidad de tomar decisiones basadas en hechos. En cambio, han sido los proveedores de servicios de navegación aérea los que han anunciado que no darán servicio y esto se ha decidido sin consultar a las aerolíneas", ha añadido Bisignani. Tras asegurar que "la seguridad es nuestra prioridad", Bisignani ha pedido a los Gobiernos que "acuerden fórmulas de reabrir de forma flexible el espacio aéreo", en concreto con la reapertura de corredores aéreos que se consideren seguros.