Un tanto en propia meta del barreño Álvaro hace posible que la Balona sueñe con la proeza

Aunque las matemáticas digan que la Balona mantiene intactas sus opciones de disputar la fase de ascenso a Segunda División B, da la sensación de que la plantilla albinegra ha tirado la toalla y no se ve con posibilidades de alcanzar la cuarta plaza del grupo. Es la sensación que jugadores y técnicos dejaron ayer en el derbi que los albinegros disputaron frente a la Unión y que pudieron ganar gracias a un solitario gol en propia puerta del barreño Álvaro.

Los futbolistas no parecieron entregarse en ningún momento con la intensidad que un partido como el de ayer requería, tanto que en algunos momentos daba la sensación de que se trataba de un partido amistoso de esos en los que no hay en juego ni siquiera un trofeo. Nula ambición, escasa entrega, desidia en la manera de afrontar el partido y una falta de actitud más que preocupante fueron los argumentos de una Balona inerte que sólo pareció entonarse en algunos momentos de la segunda mitad que coincidieron con la presencia sobre el terreno de juego de Pablo Niño y Lucho Álvarez, dos de los que sí confían aún en la remontada. O al menos eso pareció.

Ahora los linenses volverán a jugar con el apoyo de su hinchada. Será el próximo domingo ante un Murallas de Ceuta que se juega la permanencia.