La vuelta del hijo pródigo

Con morbo, con mucho morbo. Así se presenta el enfrentamiento que ha deparado las semifinales de la Champions de este año. En el Inter-Barça se juega algo más que un partido de fútbol. Por un lado, la vuelta de Eto'o al Camp Nou. Por otro, el regreso de Ibrahimovic a San Siro. Además, Mourinho pisará otra vez uno de los estadios donde despierta más odio, si no en el que más. Maxwell, cuarto en discordia, también vivirá un particular reencuentro. Y los hermanos Milito, Diego y Gabi, se medirán en un interesante cara a cara sobre el césped. Duelo fratricida donde los haya.

Samuel Eto’o es sin duda el protagonista del choque italo-español. La relación del camerunés con el Barça ha sido bastante tormentosa. Tuvo momentos muy buenos, de clímax, de felicidad absoluta. Pero no acabó de la mejor manera. Cuestión de 'feeling', según Guardiola. El delantero se fue por la puerta de atrás. A disgusto. Y como todas las parejas que no terminan bien, se acabaron tirando los trastos y las denuncias a la cabeza.

Dicen que un clavo saca otro clavo. Y la marcha de Eto’o de la ciudad Condal supuso la llegada de Ibrahimovic. Sin embargo, el sueco no termina de congeniar con el público. Empezó bien la temporada, marcando en casi todos los partidos, pero se estancó. Su rendimiento descendió, en parte eclipsado por ese semi-dios que tiene al lado en el ataque blaugrana: Leo Messi. El caso es que el nórdico no agrada tanto a la afición, que se acuerda a menudo del camerunés, que es como ese ex novio que se lleva muy bien con la familia pero que a la chica no le gusta. Volvemos al ‘feeling’.

Lo que está fuera de toda duda es la calidad de Zlatan Ibrahimovic. Habilidoso, con visión de juego, participativo. Futbolista pausado y de sangre fría, como buen vikingo. Un jugador de enorme estatura, gran rematador y de disparo potente. Un delantero muy completo, de los mejores de Europa. Con el Inter ya demostró su capacidad goleadora, llegando a ser un año ‘capocannonieri’ de la Serie A.

El león indomable

Por su parte, Samuel Eto’o es un león indomable, dentro y fuera del terreno de juego. De sangre caliente, veloz, inquieto, puro nervio. Sin demasiadas cualidades técnicas, pero un grandísimo depredador. Su instinto goleador es mayúsculo. Ya lo dejó patente en el Barça, donde fue ‘pichici’ de la Liga española en una ocasión y en otras dos se quedó a las puertas.

Eto'o e Ibrahimovic. Ibrahimovic y Eto'o. Dos jugadores muy diferentes, antagónicos. La noche y el día. Dos maneras distintas de entender el fútbol y dos maneras distintas de llevarlo a la práctica. Dos futbolistas que se reencontrarán con su pasado en la próxima eliminatoria de la Liga de Campeones.

El camerunés llega a esta eliminatoria con sed de venganza ante su ex equipo. Y si algo sabe hacer a la perfección Eto’o, es canalizar la rabia y el rencor en una actuación brillante sobre el césped. Ya lo demostró en sus visitas al Bernabéu, y piensa hacerlo también en su vuelta al Camp Nou. El retorno de Ibra a San Siro no conlleva tanto morbo. Además, habrá que ver el rendimiento del sueco, recién salido de una lesión.

Inter de Milán y Barcelona ya se vieron las caras este año. Fue en la fase de grupos de esta misma competición. Pero en aquel momento no había tanto en juego. En esta ocasión hay un puesto en la final de la máxima competición continental de por medio. Y eso ya son palabras mayores.