Una ciudad más viva

Las obras del tranvía, que han dejado a San Fernando dividida en dos mitades, parece que van llegando a su fin. O al menos, en el tramo principal de la calle Real ya se puede pasear sin tener que esquivar vallas y socavones y sin necesidad de taparse los oídos para huir del ruido de la incesante maquinaria. Aunque hay zonas, como la rotonda de la Venta de Vargas y la salida hacia Chiclana, que siguen siendo una auténtico caos para conductores y peatones, los isleños empezamos ya a disfrutar de nuevo del centro de nuestra ciudad, que poco a poco va recobrando la vida y el dinamismo que perdió. La prueba la hemos tenido durante la pasada Semana Santa, cuando afortunadamente hemos podido saborear un gran ambiente en las calles del centro.

Luisa sánchez.