«Todo lo que se hace en la web deja un rastro fácilmente localizable para la Policía»
CÁDIZ. Actualizado: GuardarNo se trata de hechos aislados, aunque la realidad no se corresponda con el número de denuncias que recibe la Policía. Las redes sociales o los portales para publicar imágenes y vídeos se han convertido en un medio excelente de venganzas y estrategias para hacer daño entre los adolescentes. Los motivos son tan dispares como una pelea entre amigas por un chico o ser rechazado por una joven a la que le ha marcado cerco durante la noche del sábado.
Los menores son los primeros en abusar de la red y algunos la utilizan para cargar contra sus padres o sus propios profesores.
Precisamente el grupo Udyco III de la Policía Nacional de Cádiz, que tiene una sección de delitos telemáticos, imparte charlas en los institutos en las que informan de las consecuencias de esas acciones. Uno de sus responsables explica que «el uso de Internet para usurpar identidades o cambiar insultos está muy extendido».
El anonimato es lo que da pie al menor para hacer algo que de otra manera no haría es el anonimato. Craso error. El rastreo de la dirección es muy fácil para los agentes que pueden llegar a ver hasta qué movimientos ha realizado el perverso internauta. «Eso es lo que les decimos en las charlas, para que sepan que sus acciones no quedarán impunes». De una manera u otra, los responsables de la Udyco aseguran que la mayoría de estos casos se resuelven en el colegio o en el ámbito familiar. «La denuncia es el último recurso». Sin embargo, insisten en el control que deben de tener los padres en el uso que hace sus hijos de Internet. Que un reglamento escolar incluya este tipo de casos no les coge por sorpresa y confían en que reduzca los casos.