La aventura de saber qué hay más allá de las estrellas
Desde los años cincuenta Estados Unidos ha estado obsesionado por investigar la existencia de otros planetas y lo que se oculta en otros mundos que conviven con la Tierr
MADRID Actualizado: GuardarMás de cuarenta años después de que el hombre pisara la Luna por primera vez, hoy el satélite vuelve a ser noticia. La cancelación del programa Constellation, que pretendía repetir la hazaña, por parte de la administración Obama, no ha sentado bien en el seno de la NASA. Con el mundo sumido en una grave crisis económica, el espacio exterior ha pasado a un segundo plano en la agenda del presidente estadounidense, que ha metido la tijera al presupuesto espacial y ha convertido en espejismo la idea de volver a alunizar. No obstante, hoy Obama anuncia su programa en materia espacial, que según apuntan varios medios locales, destinará 6.000 millones de dólares para dar un nuevo enfoque a los vuelos espaciales tripulados en los próximos cinco años.
Pero lo que parece claro es que en estos días se ha perdido el interés por conocer más detalles sobre el espacio exterior y sus misterios. Lo que en otro tiempo fue una prioridad, ahora ha pasado a un segundo plano y lejos queda ya esa pugna por hacerse más fuerte fuera de las fronteras planetarias, una lucha que comenzaba el 4 de octubre de 1957 cuando la Unión Soviética lanzaba al espacio el primer satélite artificial de la historia, el Sputnik 1.
Entonces, ni EEUU ni la URSS querían quedarse fuera del liderazgo mundial en materia espacial y las inversiones en este terreno se dispararon. Parecía que el mundo se les había quedado pequeño y necesitaban conquistar nuevos territorios en una particular 'Guerra de las Galaxias' que hizo que el mundo mirara por primera vez fuera de sus fronteras planetarias y se planteara la posibilidad de que existiera vida en otros mundos, desconocidos hasta entonces. Esta lucha les supuso tantos éxitos como sonadas fueron sus tragedias.
Cuando la URSS se adelantó al lanzar el Sputnik 1, Estados Unidos comenzó a tomarse en serio la aventura espacial y en julio de 1958 Eisenhower firmaba el Acta de fundación de la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio), que comenzó a funcionar en octubre de ese mismo año con cuatro laboratorios y unos 8000 empleados dedicados a investigar el espacio exterior. El 20 de julio de 1969 Estados Unidos se apuntó un importante tanto al conseguir que el hombre pisara la luna por primera vez. Este “pequeño paso para el hombre, gran paso para la humanidad”, como definió la hazaña el primer astronauta en alunizar, Neil Armstrong, supuso el éxito definitivo del programa Apolo, la apuesta espacial de la NASA, que finalizó cuando se acabaron los fondos económicos por culpa de la Guerra de Vietnam.
La tragedia de los transbordadores
La agencia espacial estadounidense se ha centrado en las misiones tripuladas, aunque también ha invertido recursos en el lanzamiento de misiones sin astronautas que han permitido obtener imágenes de Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. A finales de los setenta y durante los años ochenta, los esfuerzos de la NASA se concentraron en el programa del transbordador espacial, cuya primera nave Columbia salió de la órbita terrestre por primera vez el 12 de abril de 1981. Los transbordadores han dado a la NASA algunas de sus mayores alegrías, pero se conviertieron en unas naves demasiado costosas, sobre todo después de la tragedia del Challenger, un aparato que completó nueve misiones y se desintegró a los 73 segundos del lanzamiento de la décima, en 1986, provocando la muerte de sus siete tripulantes.
El Challenger fue reemplazado por el Endeavour, que voló por primera vez en 1992. Pese a que los transbordadores han logrado importantes hazañas como la puesta en órbita del Telescopio Hubble, también han escrito la página más negra de la NASA, al causar la muerte de decenas de astronautas durante sus misiones. El Columbia dejó de existir en 2003 al destruirse cuando intentaba reentrar a la atmósfera el 1 de febrero de 2003, acabando con la vida de los siete astronautas que viajaban a bordo. Estas naves desaparecerán para siempre durante este año.
El problema del dinero
Superada la 'guerra espacial' de EEUU con la URSS, que duró casi veinte años, dicho enfrentamiento se convirtió en cooperación tras el colapso de la potencia soviética. De hecho, en los años 90, se consiguió uno de los mayores logros en materia espacial, la Estación Espacial Internacional (EEI). Pero tras dejar atrás el escollo con Rusia, uno de los mayores problemas con los que se ha encontrado la NASA ha sido la financiación. Desde los años noventa ha visto reducir el presupuesto que EEUU dedicaba a la investigación espacial, pese a ello, en 1997 conseguía uno de los mayores éxitos de los últimos años, colocar una sonda para explorar la superficie de Marte, que en 2004 llevó a dos robots a encontrar vestigios de agua en el planeta rojo.