La Policía Nacional alerta de la proliferación de carteristas en el centro

Son mujeres, emparentadas entre sí y de origen rumano las que en las últimas semanas se repliegan por el centro de Jerez buscando una presa fácil a la que robar. Se trata de un grupo de carteristas, procedentes fundamentalmente de Sevilla y Sanlúcar, que se dedican a apropiarse de lo ajeno con una habilidad pasmosa.

Según fuentes de la Policía Nacional, las denuncias de esta clase de hurtos se han multiplicado y en ellas se explica cómo estas delincuentes, en su gran mayoría femeninas, abren los bolsos de los transeúntes sin que éstos reparen en ello y birlan las carteras con suma facilidad. Las 'expertas' aprovechan los momentos más apropiados como la tarde o los fines de semana para cometer sus fechorías, coincidiendo con una mayor aglomeración de gente en las calles del centro.

El pasado fin de semana, sin ir más lejos, las mismas fuentes han confirmado que se recibieron al menos diez denuncias por este asunto. No obstante, a pesar de que las autoras son identificadas y pilladas en algunos casos con las manos en la masa, acaban volviendo a las andadas en cuanto salen de Comisaría. Y es que este tipo de conductas se solventa con un juicio inmediato de faltas, lo que implica que no se llega a retenerlas y que con el pago de una multa pueden salir del apuro.

Una de las detenciones del pasado fin de semana se produjo en un comercio de la calle Santamaría, en el que una mujer fue sorprendida robando una cartera que inmediatamente intentó esconder bajo unas perchas. Por fortuna el personal se dio cuenta de lo sucedido y logró retenerla hasta que llegaron los agentes. En muchos de los casos estas mujeres no presentan un aspecto que induzca a sospechar de ellas, por lo que la Policía recomienda a la ciudadanía que mantenga los ojos bien abiertos cuando transite por el centro.

Recomendaciones

Uno de los consejos más elementales en este sentido es que no se lleven las carteras en el interior de los bolsos, pues éstos acaban resultando de fácil acceso para los delincuentes. Lo mejor es que se porten en algún bolsillo seguro, algo en lo que se incide de forma especial en sitios y eventos concurridos como la Feria o la Motorada.

Ésta es una de las preocupaciones más inminentes de los agentes, pues los cacos aprovechan celebraciones de envergadura para cometer sus tropelías. Durante la Feria, especialmente, se dejan ver por la ciudad grupos provenientes de otras localidades, que aprovechan las aglomeraciones y el ambiente distendido para hacer su particular agosto, algo que luego continúan de manera itinerante por el resto de ferias de los alrededores.