visita oficial por sorpresa

Michelle Obama aprovecha su primer viaje en solitario para visitar Haití

La primera dama de Estados Unidos hace una parada no anunciada en su visita a México para comprobar el estado en que continúa el país más pobre de América

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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La primera dama de EEUU, Michelle Obama, ha aprovechado su primer viaje en solitario a México para hacer una parada no anunciada en Haití, donde se ha entrevistado con el presidente, René Preval, y ha mostrado su solidaridad con los damnificados por el terremoto. Ha estado en el país más pobre de América sólo unas horas, pero han sido suficientes para que Michelle Obama, acompañada por la esposa del vicepresidente, Joe Biden, Jill Biden, sobrevolara Puerto Príncipe para ver los daños causados por el terremoto y se entrevistara con las autoridades.

"Es muy fuerte. La devastación es definitivamente muy fuerte", ha comentado la primera dama a Preval y a su esposa, Elisabeth Debrosse de Preval, nada más bajar del helicóptero con el que sobrevoló las zonas más dañadas por el terrible terremoto que asoló el país el pasado 12 de enero. Michelle Obama se ha dirigido posteriormente al Palacio presidencial, donde mantuvo un encuentro más pausado con el presidente y su esposa, y después visitó al Museo de Arte Haitiano, donde se ha puesto en marcha un programa para atender a los niños damnificados por el terremoto.

Los niños centran la visita

El programa, llamado Place Timooun, fue puesto en marcha tras el terremoto por Elisabeth Debrosse con ayuda del artista haitiano Philippe Dodard, y gracias a él se atienden las necesidades alimenticias de unos 2.000 niños. A su llegada, los niños se congregaron cantando alrededor de Michelle Obama, que se unió a ellos bailando y bromeando, levantando sus hombros y moviendo sus caderas. Otro grupo de niños cantó una canción de bienvenida en creole, y después Michelle Obama subió a unos de los coloridos autobuses donde los pequeños dibujan y pintan, como parte del programa que ha puesto en marcha Dodard para ayudarles a superar el trauma del terremoto.

La primera dama estadounidense se desplazaba después al Colegio Episcopal, un centro de enseñanza secundaria que sufrió los efectos del seísmo, y donde murieron 20 personas. A continuación, Michelle Obama y Jill Biden se desplazaron hasta la embajada estadounidense en Tabarre, donde se reunieron con el personal que trabaja allí, y también con el de la Misión de Estabilización de la ONU desplazado a Haití. "Su visita es un testimonio del enorme compromiso de Estados Unidos para Haití y para el trabajo que desarrolla la ONU", ha señalado el representante especial de Naciones Unidas en el país caribeño, Edmond Mulet.

Compromiso de EEUU

La esposa del vicepresidente de EEUU tomó la palabra para agradecer el trabajo que desarrolla la ONU que, según dijo, "ha inspirado al mundo entero por su compromiso y compasión". Como profesora, asegugó sentirse especialmente conmovida por el trabajo que se desarrolla en Place Timooun, porque sirve para dar a los niños "una sensación de normalidad". Michelle Obama, por su parte, reconoció que la jornada estaba siendo "muy emotiva", y se mostró especialmente impresionada por ver las condiciones en que viven las familias a lo largo de Champs De Mars, "en tiendas de campaña, y cómo luchan día a día por permanecer secos, por alimentar a sus hijos". Indicó que EEUU seguirá siendo un socio importante en las tareas de reconstrucción, y alabó los trabajos que están realizando las organizaciones no gubernamentales y las Naciones Unidas, de la que destacó la fortaleza que ha mostrado pese a las muertes sufridas por el terremoto.

La presencia de Michelle Obama en Haití se produce al cumplirse ayer tres meses del terrible terremoto que asoló el país caribeño, en el que murieron unas 300.000 personas, según el presidente Préval. Tras su visita a Haití, la primera dama retomó su viaje rumbo a México.