Defensores de Garzón acusan a miembros del Tribunal Supremo de ser «cómplices de las torturas»

Varios miles de personas han secundado el acto convocado por UGT y CCOO en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) para denunciar "la persecución" contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por pretender investigar los crímenes del franquismo.

Allí, uno de los asistentes, el ex fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo, se ha llevado los mayores aplusos del auditorio tras un discurso en el que ha denunciado "el atropello impropio de un Estado democrático" que se está cometiendo. Villarejo ha ido un paso más allá al acusar a los jueces del Supremo, como el instructor Luciano Varela, de haber estado "en el top del franquismo" y de haber sido, por tanto, "cómplices de las torturas".

El encargado de abrir el acto ha sido Carlos Berzosa, rector de la Universidad Complutense de Madrid, quien ha señalado que "Garzón maravilla por su capacidad de trabajo" como han podido constatar todos los ciudadanos al ver su lucha "contra la mafia de la droga, contra la corrupción". "Como juez ha dado siempre sobradas muestras de su integridad, honestidad y decencia", ha apuntado Berzosa, quien ha recordado que el magistrado de la Audiencia Nacional es también profesor de esa institución académica.

Una "vergüenza histórica"

Además de Berzosa y Villarejo, el acto ha contado con la participación de los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, así como con la presencia de intelectuales, actores, estudiantes y representantes del mundo de la política como el ex presidente de la Generalitat de Cataluña Pasqual Maragall.

Méndez ha calificado la apertura de la investigación contra Garzón en el Tribunal Supremo como una auténtica "vergüenza histórica" instigada por los "hijos de la dictadura", que pretenden que el franquismo siga impune y que Garzón se convierta en otra víctima del franquismo.

Fernández Toxo ha añadido que UGT y CCOO no están cuestionando la transición, como ha denunciado algún dirigente político, pero sí pretenden "restablecer y recuperar" la memoria de las víctimas, y ha asegurado que "la Ley de Amnistía no puede amparar el genocidio".

Críticas del PP

Antes de que comenzase el acto, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguraba que éste constituye "un atentado clarísimo contra la democracia y el estado de derecho" porque se trata de un intento de "presionar y coaccionar" al poder judicial.

"Es una barbaridad que desde el mundo sindical se esté intentando presionar a un juez, en este caso al juez Varela, que está ejerciendo su magistratura de acuerdo con la ley, y que se intente obligar a un juez a adoptar una determinada resolución o la contraria. Creo que es un atentado clarísimo contra la democracia", ha aseverado Cospedal, quien ha añadido que si estuviera afiliada a un sindicato, para ella "sería una vergüenza" que sus representantes "se dedicaran a actuar contra la democracia de una manera tan disparatada".

Cospedal se ha referido también a los apoyos al juez de la Audiencia Nacional por parte de miembros del Gobierno y ha asegurado que es "una barbaridad" y de una "irresponsabilidad absolutamente indescriptible" poner "en tela de juicio" la Transición democrática española "para tratar de que Garzón esté por encima de la ley". Por contra, ha dicho, el Consejo General del Poder Judicial está actuando "de manera correcta" en este caso, aunque se ha mostrado partidaria de revisar el sistema de elección de jueces para dotar a esta institución "de mayor transparencia e independencia".