"No nos vamos a matar pero de aquí sólo nos vamos en ambulancia"

Su reivindación no es salarial, sino tener voz en el nuevo convenio que pretende perdurar durante 10 años. Se quejan de falta de material adecuado para realizar su labor y con su acción sólo pretenden lograr algo de dignidad para el gremio de los bomberos. Manuel Vázquez y Francisco Silva, no dan su brazo a torcer aunque el primero ha tenido que volver a trabajar a pesar de estar tres días sin nada sólido en el estómago. "El médico me dijo que tenía las constantes vitales bien y no me dio la baja a pesar de vivir a base de un zumo mágico de agua, sal, bicarbonato, limón y azúcar". Aunque Francisco lleva menos tiempo también comienza a sentir los estragos físicos si bien no siente hambre. "La verdad es que no tengo apetito y no se me apetece comer. Lo que sí crece es la moral porque son muchas las personas que se paran para hablar, la que nos traen zumos o bebidas isotónicas y las que nos apoyan". La noche anterior recibieron un par de amenazas que les mantuvieron en vilo, aunque la cosa no fue a mayores. "Estamos muy respaldados y tranquilos, sólo fue un pequeño susto. Mañana seguramente no iremos a la huelga porque no tenemos fuerza", exponía Vázquez.